El núcleo de la Tierra tiene una fuga: el sorprendente hallazgo que podría reescribir la Historia
Una investigación ha descubierto en unas antiquísimas colas de lava proporciones muy altas de helio-3, un isótopo raro en la superficie.
El núcleo de la Tierra es uno de los grandes misterios de la ciencia. Lo poco que se sabe de él es que es una esfera de hierro y níquel con un radio de 1.220 kilómetros y que su temperatura es casi tan alta como la del Sol, de unos 5.400 ºC. Estudiarlo más allá de esto es casi misión imposible. Las investigaciones que más lejos han llegado sólo han logrado perforar 12 kilómetros de profundidad, cuando éste se sitúa a más de 5.000 metros. No obstante, puede que ahora haya una oportunidad.
Un equipo de científicos de Caltech y el Instituto Oceanográfico Woods Hole (ambos en Estados Unidos) ha descubierto que el núcleo terrestre tiene una fuga, lo que supone una oportunidad única para estudiar el material que compone el centro de nuestro planeta de forma directa.
El núcleo de la Tierra es uno de los grandes misterios de la ciencia. Lo poco que se sabe de él es que es una esfera de hierro y níquel con un radio de 1.220 kilómetros y que su temperatura es casi tan alta como la del Sol, de unos 5.400 ºC. Estudiarlo más allá de esto es casi misión imposible. Las investigaciones que más lejos han llegado sólo han logrado perforar 12 kilómetros de profundidad, cuando éste se sitúa a más de 5.000 metros. No obstante, puede que ahora haya una oportunidad.
Un equipo de científicos de Caltech y el Instituto Oceanográfico Woods Hole (ambos en Estados Unidos) ha descubierto que el núcleo terrestre tiene una fuga, lo que supone una oportunidad única para estudiar el material que compone el centro de nuestro planeta de forma directa.
Según su investigación, publicada en Nature, se ha detectado en antiguas colas de lava procedentes de la isla de Baffin (Canadá) trazas de helio-3, un isótopo de helio antiguo procedente de la época en la que la Tierra se estaba formando y que quedó atrapado en el núcleo terrestre. Por ende, encontrarlo en la superficie es bastante raro.
Pistas anteriores
Las muestras recolectadas por el equipo de científicos han demostrado que la cantidad de helio-3 en esta zona era mucho más alta a la de cualquier otro lugar de la Tierra. Concretamente, 67 veces mayor que la proporción que se puede encontrar en la atmósfera.
Estudios anteriores habían esbozado la posibilidad de que la isla de Baffin tuviera altas concentraciones de este isótopo de helio, que además de ser bastante raro, cuando llega a la superficie, pronto escapa a la atmósfera y desaparece en el espacio. El que esté en propociones tan altas es lo que demostraría que el helio no proviene de un contaminante de la atmósfera, sino de una fuente subterránea que ha podido estar liberándolo durante años.
Decir que el núcleo de la Tierra tiene una fuga, para los menos puestos en materia puede ser sinónimo de apocalipsis a priori, pero nada más lejos de la realidad. Según destaca el equipo, esto no parece tener ninguna consecuencia negativa para nuestro planeta. En cambio, sí puede ser trascendental para ir un paso más allá en el estudio de esta parte del planeta.
Esencial para la vida
El último hallazgo sobre él se produjo el pasado febrero en una investigación publicada en Nature Communications. Según describía, existen evidencias suficientes para respaldar que existe un ‘núcleo dentro del núcleo interno’ en el centro de la Tierra. Al parecer, sería una bola de hierro sólido de 650 kilómetros de radio.
«El núcleo interno de la Tierra apenas supone un 1% de su volumen total, pero es una cápsula del tiempo de nuestro planeta«, afirmaban los investigadores de dicho trabajo, geólogos de la Escuela de Investigación de Ciencias de la Tierra de la Universidad Nacional de Australia. Dar con sus claves sería dar con las de la historia del mundo, además de entender cómo actúa esta región de suma importancia para la vida en nuestro planeta, ya que genera la magnetosfera que protege la superficie de fenómenos como las tormentas solares.