Los Premios Fronteras ensalzan el conocimiento como ‘hoja de ruta’ ante los desafíos de la humanidad

La XVI edición de los Premios Fronteras del Conocimiento de la Fundación BBVA ha reconocido a 17 líderes mundiales en investigación científica y creación artística.

La XVI edición de los Premios Fronteras del Conocimiento ha resaltado el valor de la investigación y la cultura vanguardista para ampliar las capacidades cognitivas de la sociedad, según Carlos Torres Vila, presidente de la Fundación BBVA. En un contexto de desafíos como la crisis ambiental y la disrupción tecnológica, Torres Vila hace un llamado a «articular una respuesta global y coordinada basada en la investigación, la innovación y la educación» para «tomar las mejores decisiones, tanto a nivel individual como colectivo».

«A través de los Premios Fronteras del Conocimiento hemos podido colaborar, año tras año, en hacer más visible el papel crucial de la investigación y la creación como la mejor brújula para entender el mundo», destacó Torres Vila durante la entrega de la quinta edición de los premios en Bilbao. La ciudad y «el conjunto del País Vasco» simbolizan para el BBVA «esas raíces y vocación innovadora desde nuestro nacimiento a mediados del siglo XIX».

Eloísa del Pino, presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), subraya que los Premios Fronteras del Conocimiento «siempre han comprendido la complejidad de nuestro mundo como objeto de investigación». Según ella, «cuando los científicos logramos trascender la seguridad que nos brinda la hiperespecialización de nuestro campo de conocimiento», se obtiene «una ciencia no solo más extensa y disruptiva, sino también más empática, capaz de entender mejor y llegar a la ciudadanía en un momento en que esto es muy necesario».

Biología y Biomedicina

En la categoría de Biología y Biomedicina, los galardonados F. Ulrich Hartl (Instituto Max Planck de Bioquímica, Alemania), Arthur Horwich (Universidad de Yale, EEUU), Kazutoshi Mori (Universidad de Kioto, Japón) y Peter Walter (Altos Labs y Universidad de California en San Francisco, EEUU) han demostrado el impacto significativo de descubrimientos inicialmente motivados por la pura curiosidad, “uno de los problemas más fascinantes de la biología” según Hartl.

Hartl, en colaboración con Arthur Horwich, descubrió que dentro de las células, las proteínas se pliegan gracias a otra proteína que actúa como chaperona. «Fue un hallazgo inesperado que contradecía el dogma prevalente de que el plegamiento de las proteínas es un proceso espontáneo e independiente de la maquinaria celular». La importancia de estas chaperonas moleculares se ha evidenciado «para entender enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el párkinson, asociadas a la formación de agregados proteicos». Por esto, «es un ejemplo de la importancia de la investigación básica».

Kazutoshi Mori y Peter Walter, por su parte, identificaron otra pieza clave en el plegamiento de las proteínas: el mecanismo que usan las células cuando este proceso falla, bien para intentar plegarlas correctamente o para eliminarlas. En su discurso, Walter recordó que su investigación estuvo llena de imprevistos que no les desanimaron. «Seguimos adelante a pesar de todo, y acabamos descifrando una de las vías de comunicación celular internas más insólitas».

«Las características más destacadas de lo que aprendimos de la levadura de cerveza, un simple hongo unicelular, resultaron ser válidas para las células humanas y se han revelado cruciales en una variedad de enfermedades humanas devastadoras, como el cáncer, la diabetes y los trastornos neurodegenerativos», enfatizó. «Somos exploradores del caótico azar de la evolución».

Tecnología y Comunicación: visión artificial

Takeo Kanade recibió el premio en la categoría de Tecnologías de la Información y la Comunicación por desarrollar fundamentos matemáticos en los que se basan la visión artificial y la percepción de los robots. «Los humanos somos excelentes máquinas de visión», explicó el catedrático de Informática y Robótica de la Universidad Carnegie Mellon (Pittsburgh, EEUU), quien propuso en los años 80 un enfoque «más riguroso» basado en modelos matemáticos en lugar de replicar la visión humana, con el que logró desarrollar varios algoritmos fundamentales de la visión artificial.

«En los años 1990 demostré la fiabilidad de la detección facial con algoritmos de aprendizaje automático en redes neuronales, una tecnología hoy omnipresente en los teléfonos móviles», recordó. También desarrolló algoritmos para la conducción autónoma capaces de seguir carriles y detectar obstáculos, coches o peatones, e incluso inventó un sistema llamado EyeVision para retransmitir repeticiones de jugadas deportivas en 360 grados. «La visión por ordenador se utiliza hoy en día en todas partes. Pero puede que no hayamos hecho más que arañar la superficie de su potencial. Podríamos hacer visible incluso lo invisible».

Ciencias Básicas: cultura matemática

El premio de Ciencias Básicas reconoce a Claire Voisin (Instituto de Matemáticas de Jussieu-Paris Rive Gauche, Francia) y Yakov Eliashberg (Universidad de Stanford, EEUU) por tender puentes entre las geometrías algebraica y simpléctica. La geometría algebraica parte de ecuaciones sencillas definidas por polinomios y estudia sus soluciones desde el punto de vista de la geometría. La geometría simpléctica surge a partir de los objetos geométricos que describen el movimiento en física. Estos dos campos han adquirido importancia al vincularse con las teorías de la física cuántica.

«Las teorías y los objetos matemáticos aparecen por extrapolación abstracta del mundo real», explicó Voisin. «Tras un largo rodeo que exige audacia, libertad y creatividad, sirven para comprender, describir e interpretar nuestra experiencia física e intuitiva». De ahí su reivindicación del valor de las matemáticas contra las falsificaciones. «Creo que el saber matemático es fundamental para el conocimiento y la vida intelectual porque se basa en el principio universal de que toda afirmación, para ser considerada verdadera, debe demostrarse», concluyó.

Cambio climático: el CO2 ártico

El agravamiento del calentamiento global se destacó en la intervención de Dorthe Dahl-Jensen, investigadora danesa de la Universidad de Copenhague, galardonada en esta categoría junto con los franceses Jean Jouzel y Valérie Masson-Delmotte (Laboratorio de Ciencias del Clima y del Medio Ambiente, Universidad de París-Saclay) y los suizos Jakob Schwander y Thomas Stocker (Universidad de Berna).

«Los seres humanos estamos jugando con el sistema climático global en un experimento en el que todos estamos atrapados». En los últimos 800,000 años, las concentraciones de gases de efecto invernadero nunca habían alcanzado los niveles atmosféricos actuales, provocados por la actividad humana. Los cinco galardonados lo han demostrado investigando en el hielo polar el vínculo clave entre el aumento de CO2 y el incremento global de la temperatura. «Es fascinante analizar los núcleos de hielo y ver millones de pequeñas burbujas de aire que quedaron atrapadas en la atmósfera del pasado”, explicó Dahl-Jensen.

Aunque ya desde los años 60 del siglo pasado existían modelos climáticos que mostraban que un aumento en la concentración de CO2 en la atmósfera provocaría un incremento de temperatura, faltaban datos concretos sobre la composición de la atmósfera a lo largo de la historia de nuestro planeta. «Hoy sabemos que las concentraciones de CO2 son un 35% más altas que en los últimos 800,000 años. Como la permanencia del CO2 en la atmósfera es de más de un siglo, ya hemos programado al planeta para que se caliente a lo largo de muchos años».

Conservación: el impacto del hombre

El profesor Rodolfo Dirzo, galardonado junto con Gerardo Ceballos en la categoría de Ecología y Biología de la Conservación, destaca el impacto de la actividad humana sobre «el tesoro biológico del planeta», una amenaza “de una importancia no menor al cambio climático». Su trabajo aborda la defaunación, un término acuñado por Dirzo para describir las alteraciones causantes de la desaparición de animales en la estructura y el funcionamiento de los ecosistemas. También el impacto sobre la población humana debido a la pérdida de los bienes y servicios que proporcionan.

Hoy, tal y como han documentado, se está produciendo una sexta gran extinción en la que el meteorito es nuestra propia especie. Así, las tasas de extinción de vertebrados son hoy entre 100 y 1,000 veces más altas que las que han prevalecido en los últimos millones de años. La gravedad de este «pulso antropogénico» a la vida en el planeta debería obligarnos, en palabras de Dirzo, a asumir «el compromiso ético de conservar todo lo posible el tesoro biológico planetario que nos acompaña, del que dependemos y del que formamos parte indisoluble».

Ciencias Sociales: decisiones climáticas

La lucha contra amenazas globales y transversales como el cambio climático debe tener múltiples respuestas en escala planetaria y multidisciplinar. Esta convicción ha guiado el trabajo de la galardonada en la categoría de Ciencias Sociales, Elke Weber, autora de una nueva disciplina: el estudio de la toma de decisiones medioambientales. «La repercusión internacional de este premio ayudará a corregir la percepción errónea de que la ausencia de una acción climática adecuada se debe únicamente al déficit de información», vaticinó en su discurso.

La psicología ambiental a la que Weber ayudó a dar forma surgió a finales del siglo pasado a partir de la teoría de la decisión, y es un campo que utiliza metodologías y herramientas de la psicología social, la neurociencia, la economía del comportamiento, la sociología y la ciencia medioambiental. «Las necesidades y objetivos psicológicos que tienen las personas -sentirse seguras y confiar en sus decisiones- aportan incentivos que motivan a la acción mucho más que las motivaciones normativas».

«Las decisiones no las tomamos solo con la cabeza -calculando las consecuencias-, sino también con el corazón -respondiendo a sentimientos de culpa o miedo, o de orgullo- y atendiendo a las reglas -siguiendo las normas morales de conducta o los procedimientos operativos estándar-. Este saber nos permite diseñar entornos de decisión -aplicar la «arquitectura de la elección»- que aumenten las probabilidades de tomar decisiones con previsión», concluyó.

Economía: el desarrollo social

Partha Dasgupta, galardonado con el XVI Premio Fronteras del Conocimiento en Economía, Finanzas y Gestión de Empresas, promulga que Economía y Ecología no solo comparten una misma raíz etimológica (oikos, ‘hogar’ en griego antiguo), sino también un mismo origen. «La humanidad forma parte de la naturaleza y la economía humana está inserta en ella». Por esto, Dasgupta ha propuesto a lo largo de su carrera investigadora de casi medio siglo una nueva fórmula que permita conocer cuál es el estado real de la acumulación de bienes y servicios, un cálculo más preciso de la riqueza global.

Según destacó el catedrático de Cambridge, cuando se haga de manera sistemática se podrá ver en toda su magnitud que el progreso de la economía global en los últimos 75 años es una moneda con dos caras: “por una, rascacielos, plantaciones, campos de cultivo, granjas ganaderas y autopistas; por la otra, lagos que se secan, zonas oceánicas muertas, bosques desecados, arrecifes de coral blanqueados y cuencas baldías». El éxito mundial, concluye, ha venido acompañado de «un empobrecimiento cada vez mayor de la biosfera».

La música de George Benjamin

“No hay nada más emocionante en el mundo que la música. La música define, sin duda, la belleza, y la luz y la verdad residen en la armonía como en ningún otro lugar que exista. Y ahora comprendo que ni varias vidas serían suficientes para dedicarse a este prodigioso medio y explorarlo”. Sir George Benjamin ha definido con estas palabras qué supone para él el medio de expresión que domina y por cuyo modelado ha recibido el XVI Premio Fronteras del Conocimiento en Música y Ópera.

El maestro británico ha recordado que su conexión con España se remonta “a la primera mitad del siglo XVII, cuando mi antepasado Isaac Abendana, judío converso, huyó de la Inquisición en Cantabria y viajó por Alemania y los Países Bajos antes de fijar por fin residencia en Inglaterra. Tengo, por tanto, hondas raíces hispanas». Benjamin ha recibido el galardón por modernizar el lenguaje operístico y por su extraordinario impacto en la creación musical contemporánea.

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