Sensores, aplicaciones móviles y robots limpiadores: estos son los nuevos atractivos de las playas más inteligentes.
La tecnología se adentra en las playas con herramientas para medir la calidad del agua, controlar la radiación solar y prevenir ahogamientos. Además de la toalla, la sombrilla, el flotador y el siempre concurrido chiringuito, la tecnología se ha convertido en un visitante más de las playas españolas. Con la seguridad, la sostenibilidad y la mejor experiencia para turistas y ciudadanos como objetivo, cada vez son más las innovaciones tecnológicas que hacen de nuestras playas un lugar aún más atractivo.
«Las playas se han transformado en pequeñas ciudades que requieren ordenación, estrategia y operativa. Por eso, es esencial que cumplan con los atributos de una ciudad inteligente», afirma Daniel González-Bootello, director general de Smart City Cluster.
«Muchas soluciones implementadas se centran en dos ámbitos principales: sostenibilidad (calidad del aire, del agua, recogida de residuos) y seguridad (movilidad, aparcamientos, señalización, alumbrado, medición de radiación, prevención de quemaduras o ahogamientos y pérdida de menores)», añade.
Información en tiempo real Junto a su arena blanca y fina, las playas de Torrevieja han decidido sumar inteligencia a sus cualidades. La ciudad está trabajando en SmartBeach, un proyecto para desarrollar una aplicación web que proporciona indicadores socio-ambientales de manera sencilla e intuitiva, mejorando tanto la experiencia de los usuarios como la gestión turística sostenible. Para este reto, el Laboratorio Universitario de Turismo Inteligente de Torrevieja (TI·LAB) ha confiado en Sensing Tools, una spin-off de la Universidad de Valencia.
«La aplicación web ofrecerá información en tiempo real sobre el estado de las masas de agua mediante boyas de bajo coste que miden variables como la temperatura. Además, utiliza datos satelitales del sistema Copernicus Sentinel-3 para monitorizar la turbidez y los niveles de clorofila-a, complementados con información meteorológica del Proyecto Mastral», explica Héctor Fernández Bueno, CEO y cofundador de Sensing Tools.
«También proporciona datos sobre la afluencia de personas, los servicios turísticos disponibles en las playas, y emite alertas sobre medusas, presencia de algas y vertidos», añade.
Este proyecto no solo mejorará la experiencia de los turistas al facilitar la elección de la playa a visitar, sino que también contribuirá a la sostenibilidad y accesibilidad de las playas de Torrevieja, asegurando un entorno más seguro y atractivo para todos.
Playas limpias y sin colillas Una playa limpia es sin duda atractiva, pero mantenerla así no es tarea fácil, especialmente en los meses de julio y agosto, cuando la afluencia de visitantes es masiva. Para complementar los recursos humanos y económicos destinados a la limpieza, la robótica ha llegado como un aliado. Umibeach, un robot autónomo y eléctrico, está diseñado para limpiar la arena recogiendo todo tipo de residuos plásticos y colillas.
Con un potente sistema de cribado, el robot selecciona, aspira y acumula la basura de la arena. Además, permite configurar las zonas y tareas de limpieza en función de la hora, las condiciones climatológicas o la saturación de la playa. Puede limpiar unos 4.000 metros cuadrados por hora con total seguridad, gracias a su detección de personas y obstáculos mediante un triple sistema de seguridad basado en visión artificial. Implantado ya en la playa de la Malvarrosa en Valencia, «Umibeach se está probando este verano en más de 20 ciudades de España, incluidas Las Palmas de Gran Canaria e Ibiza», señala Clodoaldo F. González Fernández, CEO de Umibots Mobile Robotics.
Además, las colillas son el objetivo del recolector ecológico Recol-R4 de Ideanto, diseñado para que los fumadores lo lleven consigo. Con capacidad para 20 colillas, su interior cuenta con una espuma ignífuga que apaga las colillas inmediatamente. Además, es 100% reciclable y, una vez lleno, es tan fácil de desechar como depositarlo en una papelera. Alberto López Malax, CEO de Ideanto, la empresa detrás de este desarrollo, explica que su uso ayuda a ensuciar menos y proteger el medio ambiente.
«¿Dónde está el niño?» Otra innovación tecnológica de Ideanto ayuda a acabar con el susto de perder a un niño entre la multitud en la playa. SEQR es una solución que combina un software de gestión y estadísticas con pulseras que integran códigos QR únicos. Tras activarse, si la persona que la lleva se pierde, solo tiene que pedir a alguien que escanee su pulsera con el teléfono móvil y en dos sencillos pasos las autoridades pueden avisar a los familiares o responsables.
Esta evolución de las clásicas pulseras con números de teléfono escritas a mano se reparte gratuitamente en Málaga a través de Protección Civil en todos los eventos importantes y ya ha sido adoptada en Tenerife y otras localidades.
Para una mayor seguridad en las playas, la Universidad de Málaga ha desarrollado un dispositivo de medición de la intensidad lumínica solar para la prevención de eritemas y otras enfermedades relacionadas con la radiación solar. Este equipo, similar a un reloj de sol, permite medir la irradiancia solar incidente para conocer su potencial de generar enfermedades como el cáncer de piel y saber cuándo es mejor no permanecer expuestos al sol.
Además, la universidad malagueña ha desarrollado una camiseta inteligente que informa sobre el nivel de rayos UV, la temperatura corporal, la sudoración y la temperatura externa. Esta prenda es valiosa para prevenir enfermedades como el cáncer de piel y para mantener una correcta hidratación que evite golpes de calor.
«Las medidas que se están implementando ponen a los usuarios (turistas o residentes) en el centro, y todos los municipios, desde los menos poblados hasta las grandes urbes, están luchando por atraer talento. Hay muchos ejemplos de pequeñas localidades costeras que han apostado por mostrar su esencia a través de la inteligencia aplicada a sus playas», afirma Daniel González-Bootello del Smart City Cluster.
Atraer talento, más visitantes y, por ende, ingresos, o simplemente adaptarse a una sociedad cada vez más digital en la que la tecnología puede marcar la diferencia, son algunas de las razones detrás del fenómeno de las playas inteligentes, que es imparable. Así que, ya lo saben, disfruten este verano del chapuzón más tecnológico de nuestras vidas… hasta ahora.