Ni Soria ni Segovia: los torreznos más sabrosos se encuentran en este restaurante de carretera en la A-3.
Aunque Soria es conocida por sus torreznos, existe un restaurante en la salida 79 de la A-3 que ofrece algunos de los mejores torreznos de toda España.
Los torreznos, una de las tapas más emblemáticas de la cocina española, consisten en una gruesa tira de panceta que se fríe a alta temperatura, logrando una textura crujiente por fuera y tierna por dentro. Este manjar, cuyas primeras menciones datan de la Edad Media, es difícil de resistir. Aunque se puede encontrar en casi cualquier bar o restaurante del país, es especialmente famoso en la provincia de Soria. En 2010, los productores de la región consiguieron establecer una «Marca de Garantía» para proteger este producto como patrimonio gastronómico.
Sin embargo, no todos los lugares ofrecen la misma calidad en sus torreznos. Para muchos, el lugar donde se pueden degustar los mejores no está ni en Soria ni en Ávila, sino en el Restaurante Essentia, ubicado en la salida 79 de la A-3. Este restaurante, inaugurado en 2016, es parte de un complejo que incluye el Hotel Ansares y varios salones para eventos.
Un galardonado restaurante con torreznos de excepción
A lo largo de los años, el Restaurante Essentia ha ganado numerosos premios gastronómicos, como «La mejor carne del mundo» en el World Steak Challenge en Londres (2018) y «Mejor tarta de queso de España» en el Congreso Culinaria de 2021. En 2023, también obtuvo su primer Sol Repsol. Entre sus platos más destacados están sus torreznos, elaborados con una receta casera que comienza con la selección de pancetas frescas, que luego se curan y adoban, resultando en un producto final jugoso con una corteza extremadamente crujiente. Su precio es de 10 euros.
Una carta variada en el Restaurante Essentia
El Restaurante Essentia, ubicado en la Avenida Adolfo Suárez, 30, en Tarancón (Cuenca), ofrece una amplia propuesta gastronómica. Sus platos se elaboran con productos de primera calidad, tratados con respeto a la tradición pero con un toque moderno. El restaurante selecciona directamente las mejores materias primas, lo que garantiza la excelencia de sus torreznos y jamón ibérico, que los han hecho famosos en todo el país.
En su carta, se encuentran diversos entrantes vegetales como ensalada de tomate de temporada, alcachofas confitadas o carpaccio de tomate con sardina ahumada. También ofrece una gran variedad de carnes, como paletilla de cordero lechal, chuletillas de cordero, chuleta de vaca madura, pluma ibérica, solomillo de vaca rubia gallega o entrecot de vaca.
Además de los torreznos caseros, se puede disfrutar de otros productos típicos como jamón ibérico de bellota, anchoas especiales, ostras Gillardeau al natural o en escabeche, tartar de atún rojo, careta de cochinillo confitada, y croquetas melosas de jamón ibérico. También se ofrecen acompañamientos como pimientos de Lodosa confitados y ensaladas, junto con pescados que varían según la temporada.
El restaurante también cuenta con un menú degustación de temporada que incluye siete platos y un postre por 85 euros.
¿Son saludables los torreznos?
Los torreznos están hechos principalmente de piel de cerdo, rica en grasa, lo que les ha dado la reputación de ser poco saludables. Sin embargo, un estudio publicado en Plos One ha sorprendido al afirmar que, dentro de una dieta equilibrada, los torreznos pueden contribuir a cumplir objetivos nutricionales.
Son ricos en proteínas y grasas, con pocos carbohidratos, por lo que son populares entre quienes siguen una dieta cetogénica o keto. Contienen 18 gramos de proteína por cada 30 gramos de alimento, y son especialmente ricos en colágeno, beneficioso para la piel, los cartílagos y los huesos.
El estudio señala que las grasas en los torreznos, que incluyen ácido oleico, son cardiosaludables, similar a las grasas presentes en el aguacate o el aceite de oliva. Sin embargo, la fritura de los torreznos puede hacerlos menos recomendables para personas con problemas cardiovasculares, ya que los fritos absorben muchas grasas, lo que puede aumentar el colesterol, la obesidad y la presión arterial.