Iván Suárez compra el Cabrales más caro del mundo por 36.000 € y vende 200 gramos por 18 €.
Por quinta vez consecutiva, Iván Suárez, propietario del restaurante El Llagar de Colloto en Oviedo, ha adquirido en subasta el Cabrales más costoso del mundo, estableciendo un nuevo récord Guinness. El pasado domingo, en la 52.ª edición del Certamen del Queso Cabrales celebrado en Arenas, Asturias, Suárez pagó 36.000 euros por una pieza de apenas dos kilos y medio, superando su propia marca anterior.
El año pasado, Suárez adquirió una pieza similar por 30.000 euros, y en esta ocasión, el precio ha aumentado en 6.000 euros. En 2018, ya había pagado 14.300 euros, y en 2019, 20.500 euros. «Mi objetivo es dar más visibilidad a Asturias», explicó Suárez en declaraciones a EL ESPAÑOL, añadiendo que considera esta compra una inversión «rentable», aunque comercializará el queso a un precio simbólico de 18 euros por cada 200 gramos. Así, venderá los 2,5 kilos, que le costaron 36.000 euros, por un total de 225 euros.
En la subasta participaron nueve establecimientos de toda España, y Suárez fue el mayor pujador. «Conocí al productor del queso ganador, Ángel Díaz Herrero, de Tielve, durante el evento. Su queso, elaborado con leche de vaca, fue seleccionado entre quince productores», comentó Suárez.
El preciado Cabrales ya está disponible en la web de Ganadería Cabrero y en los distintos locales de Suárez. «Le sacamos toda la rentabilidad posible», afirmó Iván, señalando que se vende en cuñas al corte, envasadas, y con tablas de corte incluidas.
Desde 2018, este queso asturiano ha mantenido el récord mundial de precio. «Nunca sabes contra quién vas a pujar hasta que llegas. Es todo una incógnita hasta el último momento», aseguró Suárez sobre la experiencia de la subasta.
Los comienzos de Suárez
«Desde que tengo memoria, estoy vinculado a la hostelería gracias a mi padre, que tiene su propio restaurante, Casa Cabrero. Siempre lo acompañaba», relató Suárez. A los 19 años, gestionó su primer local y, actualmente, cuenta con ocho establecimientos. Suárez tiene dos hermanas que también gestionan los negocios familiares. Empezó con una cafetería y luego se expandió a restaurantes y lugares para eventos. Para él, el queso ganador es un excelente reclamo comercial para atraer clientela durante todo el año.
Su pasión por su tierra, Asturias, lo impulsa a destacar el trabajo de los queseros locales y a buscar repercusión mundial para este tipo de eventos. «Eso fue lo que me motivó a seguir pujando», afirmó tras ganar la subasta.
El precio de salida de la subasta fue de 3.000 euros, y tras desembolsar 33.000 euros adicionales, Suárez está convencido de que el valor pagado lo merece, y que los beneficios que pueda obtener «serán para todos».
Las subastas de queso comenzaron para Suárez como una invitación sin pretensiones, pero tras obtener su primer récord Guinness, experimentó una «sensación inexplicable» que lo ha llevado a participar cada año desde 2018, sintiéndose un orgullo para toda Asturias.
Con toda la publicidad generada por el evento, Suárez adquirió todos los quesos disponibles, un total de 33. Además de venderse en cuñas, los quesos también se utilizan en otras preparaciones, como la salsa Cabrales, destacó Suárez.
El segundo queso más valorado de la subasta fue el Valfríu, y el tercero, el de Maín. Los productores advirtieron que este año ha sido «pobre en queso» debido a la crisis que atraviesa el sector, y piden apoyo a las autoridades.
Por su parte, la quesería de Ángel Díaz Herrero, ubicada en una pequeña aldea en los Picos de Europa, celebra haber vendido en subasta el que ahora es considerado el queso más caro del mundo.
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), Asturias cerró 2023 con un récord turístico, recibiendo más de 2.7 millones de visitantes y registrando 6.6 millones de pernoctaciones, un incremento del 13,7% y 9,5%, respectivamente, en comparación con 2022.
Ganadería propia
En El Llagar de Colloto, ubicado en Camino Real, 52, en Oviedo, se sirve cocina tradicional asturiana, destacando la carne de buey, procedente de su propia ganadería, considerada una de las mejores carnes del mundo. José Manuel Suárez, padre de Iván, es el propietario de Ganadería Cabrero en el centro de Asturias, que cuenta con 120 bueyes de raza que pueden llegar a los 1.400 kilos. «Es el producto que nos distingue y se vende sin parar», comentó Suárez.
Para empresarios como Suárez, la ganadería y la gastronomía asturiana resultan ser inversiones más que rentables, en una región donde la naturaleza se manifiesta en cada rincón.