La bodega granadina que deslumbra con sus vinos únicos bajo la imponente Sierra Nevada.
Ubicada en la D.O. Vinos de Granada, esta bodega destaca por aprovechar la mayor insolación de España, compartiendo esta denominación con otras 21 bodegas de la región.
A pesar de ser relativamente desconocidos, los vinos de Granada están emergiendo con fuerza. Mientras que nombres como Jerez, Montilla-Moriles y Málaga son ampliamente reconocidos cuando se habla de vinos del sur de España, Granada está comenzando a ganar su lugar en el mapa vinícola andaluz.
Además de las denominaciones de origen tradicionales como Sierra de Málaga y Condado de Huelva, Granada se destaca como una denominación más reciente, creada en 2018, que reúne a 22 bodegas. Entre las IGPs, Granada agrupa zonas tan diversas como Laderas del Genil, Altiplano de Sierra Nevada y Cumbres del Guadalfeo, además de la potente subzona Contraviesa-La Alpujarra, donde los viñedos se encuentran entre 1.000 y 2.000 metros de altitud.
La D.O. Vinos de Granada se beneficia de la insolación más alta de Europa, lo que, combinado con la altitud de sus viñedos, permite cultivar uvas de excepcional calidad. Un ejemplo perfecto es la estación de esquí de Sierra Nevada, donde se puede esquiar bajo un brillante sol.
Una de las bodegas más emblemáticas de esta denominación es Señorío de Nevada, ubicada en Villamena a 750 metros de altitud, en la subzona Laderas del Genil. Fundada en 1996 por Pepe Arco, un empresario granadino con éxito en la hostelería en Canarias, la bodega comenzó con cuatro hectáreas de olivares que fueron convertidas en viñedos con variedades como cabernet sauvignon, merlot, syrah, petit verdot, junto con las locales tempranillo y garnacha, y la viognier en los blancos, a las que luego se añadió la vigiriega, una variedad local.
En 2004, Arco contrató a Chema Concustell, un joven enólogo jienense que había estudiado química analítica pero que se apasionó por el vino. Su talento rápidamente llevó a Señorío de Nevada a convertirse en una referencia en Andalucía.
En 2006, un grupo de empresarios granadinos adquirió la bodega, ampliando el viñedo a 15 hectáreas y lanzándose al enoturismo con la construcción de un hotel de lujo y un restaurante. Desde las habitaciones del hotel, se puede disfrutar de vistas impresionantes de los viñedos con la Sierra Nevada de fondo.
Concustell ha trabajado en perfeccionar el equilibrio entre la acidez y la frescura en los vinos de Señorío de Nevada, logrando que los vinos, a pesar de alcanzar los 15 grados, mantengan una sensación fresca y no alcohólica. La crianza en barrica se hace con moderación, para resaltar la fruta y lograr un balance perfecto.
La bodega elabora tres tintos: Señorío de Nevada Oro, Plata y Bronce, todos con 11 meses de barrica. El Oro, del 2018, proviene de viñedos seleccionados y reposa más tiempo en botella antes de salir al mercado. Es un vino serio, muy maduro en nariz con notas de frutas casi confitadas, balsámicos de regaliz y recuerdos de cacao; en boca es concentrado y potente, con una estructura tánica madura y un toque casi dulce. Su precio es de 18,50 euros.
Además, Señorío de Nevada produce un blanco y un rosado. El rosado, hecho a base de garnacha, es muy agradable. El blanco es especialmente interesante, una mezcla de 60% vigiriego y 40% viognier. Concustell descubrió la vigiriego ayudando a un colega enólogo y se sorprendió por su mineralidad, injertando cepas en su finca con resultados que le han satisfecho plenamente. El Señorío de Nevada Blanco 2023 es un vino original, con una nariz intensa y mineral, fruta de hueso en boca, potente, sabroso y muy fresco, a un precio de solo 7,10 euros.
Explorar y descubrir vinos únicos es una aventura enriquecedora que les recomiendo encarecidamente. Estos vinos son solo un ejemplo, pero Granada y Andalucía en su conjunto tienen mucho más por ofrecer, con muchas sorpresas agradables esperando a ser descubiertas.