Pablo Castrillo hace historia con una victoria épica en La Vuelta en la cima desafiante de Cuitu Negru.
El ciclista del equipo Kern Pharma, Pablo Castrillo, logró su segundo triunfo en la Vuelta a España, firmando una actuación memorable que quedará en la historia.
El equipo Kern Pharma vivirá para siempre en la memoria de esta edición de la Vuelta a España. Un equipo de segunda división, invitado a la competición, se coló entre los grandes y logró una de las sorpresas más impactantes de la temporada al conseguir la victoria con Pablo Castrillo. [Así fue la épica victoria de Pablo Castrillo en Cuitu Negru]
El ciclista aragonés ya había alcanzado un primer triunfo en la Estación de Montaña de Manzaneda hace unos días, un hito inolvidable para su equipo. Sin embargo, lo que logró en esta decimoquinta etapa, una de las jornadas más exigentes de La Vuelta, superó todas las expectativas.
Castrillo fue uno de los grandes protagonistas del día, al integrarse en la fuga y mostrarse como uno de los más fuertes al llegar a las últimas rampas junto a dos ciclistas de talla mundial como Vlasov y Sivakov.
En un día de enorme desgaste, las primeras pendientes de Pajares empezaron a definir el grupo de escapados, con Sivakov liderando y solo Vlasov y un sorprendente Castrillo aguantando su ritmo. Aún quedaba lo más difícil por delante: las implacables cuestas del Cuitu Negru, donde los favoritos para la etapa eran el ruso y el francés.
Sin embargo, al llegar al tramo más duro, en los últimos tres kilómetros, Castrillo hizo una demostración de fuerza excepcional, dejando atrás a sus compañeros de fuga. Parecía arriesgado atacar tan pronto, pero ese movimiento resultó ser decisivo.
Aunque Vlasov intentó acercarse en los últimos metros y parecía amenazar con superarlo, Castrillo encontró fuerzas donde parecía no haberlas, cambiando el ritmo nuevamente y cruzando la meta victorioso por segunda vez en esta Vuelta. Un día histórico para Kern Pharma, con su segundo triunfo en una de las grandes vueltas.
Roglic y Mas al ataque
El día también trajo movimientos importantes en la clasificación general y un espectáculo sensacional. Mikel Landa, liderando al equipo T-Rex, asumió el control de la carrera durante gran parte de la jornada, dejando claro que estaba en buena forma y dispuesto a ser ambicioso. De hecho, fue él quien lanzó el primer ataque en la subida final a Pajares, antes de los kilómetros decisivos en el Cuitu Negru.
No obstante, el más fuerte fue nuevamente Primoz Roglic. El esloveno atacó junto a su compañero de equipo, Lipowitz, en las duras rampas finales, logrando una pequeña pero valiosa ventaja sobre el resto de los corredores. Solo Enric Mas, manteniendo su propio ritmo, logró recuperar terreno y alcanzarlo.
Ben O’Connor, como se esperaba, tuvo que sufrir, pero aún así firmó una actuación destacada, ya que logró mantener el maillot rojo de líder. Perdió menos de 40 segundos con respecto a Roglic y Mas, por lo que enfrentará la última semana de competición como el mejor ciclista de la carrera, con 43 segundos de ventaja sobre Primoz Roglic.