El éxito del restaurante en el delta del Ebro que comenzó como un proyecto de fin de carrera: «Aquí hemos derramado lágrimas de esfuerzo».

Joan Capilla lidera este restaurante galardonado con una estrella Michelin Verde, junto con su esposa, su padre y su suegra.

«Vivimos en una región económicamente humilde, pero somos ricos en productos», afirma Joan Capilla (La Ràpita, 1982) al referirse a la localidad donde se encuentra su gran sueño: el hotel y restaurante Algadir en Poblenou del Delta (Amposta, Tarragona), rodeado de arrozales.

Esa modestia, señala Capilla, se refleja en platos tradicionales de la zona como el menjar blanc, un postre elaborado con almendras o arroz (según la región), que el chef reinventa en su cocina con helado de jengibre, limón, crumble, especias y canela.

«Un simple tomate nuestro en su mejor momento es más valioso que el caviar», afirma el cocinero, quien, en su restaurante, que cuenta con su propio huerto desde 2022, crea verdaderas maravillas culinarias a partir de pescados de descarte que adquiere en la lonja de Sant Carles de La Ràpita, la más importante de Cataluña en términos de facturación.

«Podríamos ofrecer una buena cigala, una anguila, o un chuletón… podríamos darle más prestigio, pero ¿para qué? Yo no lo pagaría», comenta Joan. «Las anguilas están desapareciendo, las estamos extinguiendo. Prefiero aprovechar productos locales que normalmente la gente no aprecia».

En la carta y los tres menús degustación (uno de ellos vegetal) de Algadir, encontramos platos como el jurel marinado y ahumado, la lubina a la plancha, el mújol a la brasa, el pastisset de langostino de La Ràpita o diversas recetas a base de pato ‘azulón’ del Delta.

Los arroces son otro de los puntos fuertes del restaurante: Capilla cocina casi todas las variedades de este cereal que se cultivan en el delta del Ebro (hasta 11 recetas diferentes), a las que da nombres específicos para resaltar sus particularidades: la cazuela de arroz ‘Marisma’ con raya y gambita roja, el arroz ‘Bomba’ a la marinera, el arroz ‘Montsianell’ de atún rojo Balfegó, o el arroz ‘Carnaroli’ caldoso de cangrejo azul, entre otros.

Su compromiso con el territorio y la sostenibilidad hizo que en noviembre pasado, Algadir recibiera una Estrella Verde Michelin. En 2016, ya había sido distinguido con el Bib Gourmand por su excelente relación calidad-precio. Además, en 2014 obtuvo el sello ‘Hotel Gastronómico’ de la Agencia Catalana de Turismo y fue el primer hotel de Cataluña en lograr la Etiqueta Ecológica de la Unión Europea (EU Ecolabel).

Joan Capilla se siente satisfecho con lo que ha logrado hasta ahora, aunque admite que no está seguro de si «lo volvería a hacer», ya que no ha sido un camino fácil. «Aquí hemos derramado lágrimas de esfuerzo», confiesa. Algadir nació en 2007 como resultado del proyecto de fin de carrera de Capilla, quien estudió Ciencias de la Actividad Física y del Deporte. En su propuesta, diseñó un alojamiento rural en la zona que ofrecía diversas actividades vinculadas al entorno.

Capilla decidió presentar su idea al ayuntamiento de La Ràpita y consiguió una pequeña subvención que le permitió materializar su visión. Sus padres contaban con tres parcelas adquiridas a buen precio gracias a un plan destinado a evitar el éxodo en Poblenou, y ese fue el lugar escogido para ubicar el hotel-restaurante. Sin embargo, el presupuesto para las obras superó con creces lo previsto. Joan ‘Batiste’, el padre de Capilla, tuvo que vender su taxi para afrontar los gastos imprevistos. Toda la familia se esforzó al máximo para salir adelante.

En 2016, Capilla, que hasta entonces se ocupaba exclusivamente de la sala del restaurante y la gestión del pequeño hotel de 15 habitaciones, tuvo que asumir también la cocina, ya que no encontraron a nadie para el puesto. Así comenzó su formación gastronómica autodidacta, lo que lo llevó a crear un camino arduo pero fructífero que ha situado a Algadir entre los mejores restaurantes de la comarca.

Así fue como Joan pasó de cocinar los típicos «macarrones con tomate Solís» a platos tradicionales y vanguardistas. El local creció de tres trabajadores a los 13 que son actualmente, entre ellos, Cynthia del Pino (la esposa de Capilla), su suegra y su padre, quien a sus 80 años sigue acudiendo cada mañana para ayudar con los desayunos, preparando platos como ‘la tortilla de Batiste’ o el bizcocho con la receta tradicional del abuelo de Joan.