Primer caso de curación del VIH con células madre sin necesidad de una mutación protectora.

El «paciente de Ginebra» se une al grupo de personas que han logrado curarse del VIH tras un trasplante de células madre, convirtiéndose en el primero en hacerlo sin que su donante presentara la mutación CCR5Δ32, conocida por ofrecer protección contra la infección.

Este importante avance, publicado recientemente en la revista Nature Medicine, fue realizado en el marco del consorcio IciStem, liderado por IrsiCaixa y la Universidad de Utrecht, con la participación del Hospital Universitario de Ginebra y el Instituto Pasteur. Treinta y dos meses después de haber interrumpido su terapia antirretroviral (ART), no se ha detectado rastro del virus en su sangre.

«Este caso es particularmente relevante porque demuestra que la remisión del VIH es posible incluso sin la mutación CCR5Δ32. Además, hemos identificado los mecanismos potenciales que permitieron esta curación, lo que abre nuevas vías de investigación para acercarnos a la erradicación del virus», explica Javier Martínez-Picado, coordinador de IciStem y miembro de IrsiCaixa.

Ausencia de reactivación viral

El paciente, cuya identidad se mantiene en el anonimato, fue diagnosticado con VIH en 1990 y comenzó su tratamiento con ART de inmediato. En enero de 2018, fue diagnosticado con un sarcoma mieloide y, en julio del mismo año, se sometió a un trasplante de células madre de un donante compatible.

Un mes después del trasplante, las pruebas revelaron que las células sanguíneas del paciente habían sido completamente reemplazadas por las del donante, acompañado por una drástica reducción de las células portadoras del VIH.

Antes del trasplante, a pesar de un tratamiento antirretroviral optimizado, el paciente todavía presentaba virus con capacidad de replicación. Sin embargo, tras la intervención, se observó una significativa reducción en los parámetros relacionados con el VIH: ninguna partícula viral, un reservorio indetectable y ninguna respuesta inmune que indicara la presencia del virus.

«Anteriormente, se habían realizado trasplantes sin la mutación CCR5Δ32 en otros pacientes con VIH. Sin embargo, al detener el tratamiento, siempre se producía un rebrote viral, aunque más lento que en una persona no trasplantada. El ‘paciente de Ginebra’ es el primero en lograr una remisión prolongada», comenta María Salgado, investigadora senior en IrsiCaixa y coordinadora de IciStem.

Remisión del virus

Coincidiendo con la publicación de este caso, en la 25ª Conferencia Internacional sobre el Sida (Múnich, Alemania), se anunció un segundo caso de curación tras un trasplante de células madre susceptibles a la infección por VIH.

En este caso, el donante compatible solo tenía una copia del gen con la mutación CCR5Δ32, lo que proporciona una protección mucho más limitada contra el VIH. Este nuevo caso refuerza los hallazgos del caso de Ginebra y aporta más evidencia sobre la posibilidad de lograr la remisión del virus sin la mutación protectora.

Hipótesis del éxito

El equipo de investigadores sugiere varias hipótesis para explicar cómo el «paciente de Ginebra» ha logrado mantener el VIH bajo control sin tratamiento. Un factor clave es la aloinmunidad, es decir, la interacción entre el sistema inmunitario del donante y el del receptor. Este mecanismo, previamente vinculado a la reducción del reservorio viral en trasplantes de células madre, podría haber desempeñado un papel crucial.

«Después de un trasplante, las células inmunitarias del receptor perciben las del donante como una amenaza, y viceversa, lo que desencadena un enfrentamiento entre ambos sistemas», explica Salgado. Durante este proceso, muchas células inmunitarias del receptor, incluidas las infectadas por el VIH, son eliminadas y reemplazadas por las del donante, un proceso agresivo pero esencial para eliminar el virus latente.

En el caso del «paciente de Ginebra», se optó por administrar ruxolitinib, un inmunosupresor que además de reducir el daño causado por esta batalla inmunitaria, ha demostrado en estudios de laboratorio la capacidad de bloquear la replicación del VIH y evitar su reactivación. Este medicamento ha sido identificado como otro factor que contribuyó a la remisión del VIH en este caso.

Nuevas perspectivas para la curación del VIH

Finalmente, los investigadores destacan el papel fundamental de las células Natural Killer (NK) en este paciente. Estas células patrullan el cuerpo en busca de células peligrosas, como las infectadas por el VIH, para eliminarlas y mantener el sistema inmunitario alerta.

Aunque el trasplante de células madre no es una opción viable para todos los pacientes con VIH, la singularidad de este caso abre nuevas perspectivas para investigar terapias que puedan aprovechar la aloinmunidad y los inmunosupresores para lograr la curación del virus.

«Estamos ante un descubrimiento que podría cambiar el curso de la investigación en la cura del VIH», concluye Martínez-Picado. «El siguiente paso será profundizar en los mecanismos que han permitido esta remisión y explorar cómo replicar estos resultados en una población más amplia de personas con el virus», añade.