Por qué la mejor comida italiana que puedes probar está en Japón.

En Tokio, tres lugares se destacan por ofrecer una cocina italiana excepcional: las pizzas de Savoy, la propuesta de un chef japonés en Arva, y la sucursal de Niko Romito en el hotel Bvlgari. Aunque pueda sorprender a muchos, esta afirmación es cada vez más cierta. Sin desmerecer la increíble gastronomía italiana, tanto dentro como fuera de Italia, en Tokio encontré tres experiencias culinarias que me dejaron sin palabras. Estas propuestas son italianas, sí, pero ejecutadas con la precisión y dedicación propias de los chefs japoneses. Si han perfeccionado un plato tan icónico como el udon carbonara, ¿por qué no llevar las recetas italianas a otro nivel?

Esto es exactamente lo que encontré en tres proyectos únicos. El primero es una pizzería que me sirvió la mejor pizza que he probado en mi vida, y era una simple Marinara. El segundo es un restaurante en un hotel de lujo, italiano en esencia, pero con un chef japonés cuya maestría es impresionante. El tercero es un restaurante italiano en otro hotel de lujo en Ginza, que me hizo cuestionar si es posible disfrutar de una comida más deliciosa a miles de kilómetros de su origen. Spoiler: sí, es posible.

Savoy: ¿La mejor pizza del mundo?

Los japoneses han llevado el arte de hacer pizza a un nivel insospechado. Aunque la pizza es un plato ajeno a su cultura gastronómica, han logrado perfeccionarla. Situada en el distrito de Azabu-Juban, Savoy es una pequeña pero influyente pizzería que ha ganado fama mundial. Fundada por Hisanori Yamamoto, Savoy sigue fielmente las técnicas tradicionales napolitanas, utilizando un horno de leña hecho a mano y cocinando las pizzas a altas temperaturas para lograr una masa crujiente por fuera y suave por dentro.

Lo sorprendente es que no han adaptado la pizza al estilo japonés; en cambio, mantienen la pureza de la tradición napolitana, con pizzas simples y minimalistas que destacan por la calidad de sus ingredientes, como la mozzarella di búfala y los tomates San Marzano.

El menú de Savoy es deliberadamente limitado, ofreciendo solo la pizza Margarita y la Marinara. Esta simplicidad permite a los chefs perfeccionar cada detalle, elevando cada pizza a una obra maestra. El ambiente íntimo del lugar, con pocas mesas y una barra desde donde se puede observar a los maestros pizzeros en acción, hace que la experiencia sea aún más especial. La precisión en la preparación de cada pizza, desde el corte milimétrico del ajo hasta el arte de hornearla, hace de esta la mejor pizza que he probado en mi vida.

Arva: El italiano excepcional de un chef japonés

Ubicado en uno de los hoteles más lujosos de Tokio, Arva es un restaurante que fusiona la tradición italiana con la sofisticación japonesa. Massakazu Hiraki, un chef japonés que trabajó durante casi dos décadas en Venecia, ha logrado incorporar en su cocina italiana matices japoneses, no solo en los ingredientes, sino también en las técnicas y elaboraciones.

Arva, situado en el Aman Tokyo, ofrece una experiencia gastronómica que combina lo mejor de ambas culturas. El nombre del restaurante, que significa «tierra cultivada» en latín, refleja su enfoque en una cocina rústica pero refinada, donde los ingredientes frescos y de temporada son protagonistas. El lugar, ubicado en el piso 33, es impresionante, con un estilo minimalista y vistas espectaculares de la ciudad. La atmósfera se vuelve mágica por las noches, creando el escenario perfecto para una comida inolvidable.

La propuesta culinaria varía ligeramente entre el almuerzo y la cena, con menús degustación y opciones a la carta. Lo más destacado es el menú estacional de la noche, llamado Stagione, que presenta un despliegue de talento culinario con pastas hechas a mano, mariscos japoneses y postres italianos tradicionales, todo con un toque japonés.

Un plato estrella son los espaguetis con ricci di mare (erizos de mar), posiblemente la mejor pasta que he probado. La combinación de la pasta casera del Pastificio Setaro con los erizos nipones y un toque de bottarga de atún rallada de la prefectura de Mie es simplemente perfecta.

El festín continúa con pescados frescos del día o con la ‘lombata di manzo’, un corte de carne de wagyu Kumamoto Akaushi, acompañado de vegetales de temporada. Para cerrar, clásicos italianos como la cassata, el tiramisú o la torta paradiso, que te dejan completamente enamorado de la experiencia.