Campazzo, líder del renovado Real Madrid que busca su 7ª Supercopa consecutiva ante Unicaja.
El base argentino fue decisivo en el triunfo sobre el Barça, participando en siete de los últimos nueve puntos de su equipo. Con 18 puntos, seis asistencias y una valoración de 33, fue clave para que los blancos sigan en la lucha por el título.
Parece que nada ha cambiado en la Supercopa de España, un torneo tempranero pero dominado por el Real Madrid. En el duelo que inauguró la temporada entre los blancos y el FC Barcelona, se repitió el guion de la pasada campaña: el Madrid se impuso en semifinales al eterno rival y ahora buscará añadir una séptima corona consecutiva este domingo.
El Palacio de los Deportes de Murcia fue testigo de dos equipos renovados, con nuevas incorporaciones como Rathan-Mayes en el Madrid y Punter en el Barça, que también estrenaba técnico con Peñarroya. Los culés mostraron un estilo ofensivo efectivo, aunque con cierta desorganización defensiva. A pesar de la mejoría del Barça respecto a la temporada pasada, el partido se decidió en los momentos clave, cuando emergió la figura de Facundo Campazzo, siempre imperturbable en situaciones de presión.
Campazzo lideró a su equipo en los momentos decisivos, asistiendo a Tavares y finalizando un contragolpe tras robar el balón, dejando al Barça sin opciones. Sus 18 puntos, con un impresionante 3 de 4 en triples, seis asistencias y cinco rebotes, fueron fundamentales para su valoración de 33. Bajo su liderazgo, el Madrid descompuso al Barça en los últimos minutos, y cuando el marcador estaba empatado a 80 con solo 50 segundos por jugar, Campazzo participó en siete de los últimos nueve puntos del Madrid, sellando la victoria con una asistencia y un robo clave.
«Este campo le sienta bien, siempre hace grandes actuaciones aquí. Hoy, además de él, el equipo ha hecho un buen trabajo. El Barcelona es un gran rival, pero logramos sacarlo adelante sin estar al 100% físicamente. La fortaleza de este equipo es colectiva, aunque Campazzo es un fenómeno», comentó Chus Mateo tras el partido.
El brillante rendimiento de Campazzo sirve de ejemplo para las nuevas incorporaciones del equipo, como Ibaka, que destacó en defensa, Rathan-Mayes, que mostró carácter, y Andrés Feliz, que aportó en labores defensivas. «Conforme juegas más partidos juntos, vas conociendo mejor a tu equipo. Este año hemos hecho más cambios que el pasado, pero estoy muy contento con el grupo que tengo. Para mí, siempre los míos son los mejores», añadió el técnico del Madrid.
Ahora, el Real Madrid se enfrenta a Unicaja en la final. El equipo malagueño, que viene de conquistar la Copa Intercontinental de la FIBA, llega tras una sólida victoria sobre UCAM Murcia en la segunda semifinal. Esta será la segunda final consecutiva para Unicaja y la séptima seguida para el Real Madrid, que ha dominado este torneo con autoridad, ganando siempre en las últimas ediciones.