Ni el Bernabéu ni el Camp Nou: Norman Foster será el encargado de diseñar el nuevo Old Trafford, un estadio valorado en 2.000 millones de libras.
La ambiciosa propuesta del reconocido arquitecto Norman Foster, que no fue seleccionada ni por el Real Madrid ni por el FC Barcelona para sus respectivos proyectos, apunta a crear un estadio de clase mundial. Además, busca impulsar la economía local mientras se preserva el legado del Manchester United.
El club inglés está a punto de llevar a cabo una transformación radical con la construcción de un nuevo estadio, dejando atrás el histórico Old Trafford. El proyecto, presentado en la conferencia del Partido Laborista en Liverpool, contempla un estadio de 100.000 asientos en el mismo distrito que el actual.
Este desarrollo, valorado en 2.000 millones de libras, diseñado por Norman Foster, podría convertirse en uno de los mayores hitos del fútbol europeo. En agosto se confirmó que el club estaba evaluando la posibilidad de construir un nuevo estadio, descartando la remodelación de Old Trafford, que actualmente tiene capacidad para 74.000 espectadores. Tras sopesar ambas opciones, la decisión de construir un estadio nuevo parece haber prevalecido.
Apodado por algunos como el «Wembley del Norte», este nuevo estadio no será solo un recinto deportivo. El proyecto incluye una revitalización de la zona que rodea a Old Trafford, creando nuevas oportunidades de empleo y viviendas en Trafford Wharfside, con el objetivo de atraer no solo a aficionados, sino a toda la comunidad local. Según estimaciones, el impacto económico de esta iniciativa podría alcanzar los 7.300 millones de libras en todo el Reino Unido, mucho más que un simple proyecto deportivo.
La propuesta de Foster
A sus 89 años, Norman Foster sigue siendo uno de los arquitectos más prestigiosos del mundo, y su propuesta para el nuevo estadio del Manchester United refleja su experiencia y su vínculo con la ciudad de Mánchester, donde creció. Foster, que ha diseñado iconos como el estadio de Wembley y el Estadio Lusail en Qatar, lidera también la renovación del campo de entrenamiento del club en Carrington, lo que refuerza su conexión con el proyecto.
El diseño inicial de Foster incluye no solo un estadio de primer nivel, sino también una serie de instalaciones de uso mixto, con áreas residenciales, de entretenimiento, comerciales y educativas. Este enfoque integral pretende convertir la zona en un centro de desarrollo económico y social que trascienda el fútbol.
Impacto en Mánchester
El alcalde de Greater Manchester, Andy Burnham, y el exfutbolista Gary Neville han mostrado su respaldo al proyecto. En la conferencia del Partido Laborista, ambos destacaron los beneficios que este estadio aportará a la región, no solo al club. Burnham describió el proyecto como «el lugar futbolístico más importante del mundo» y señaló que la infraestructura resultante superará a cualquier otra existente.
Uno de los objetivos clave es equilibrar el desarrollo de la ciudad. Mientras el lado este de Mánchester, hogar del Manchester City, ha experimentado un notable crecimiento, el nuevo estadio en el oeste contribuirá a conectar Trafford con MediaCityUK, un importante centro de medios y entretenimiento en Salford.
Se espera que el proyecto cree hasta 92.000 empleos y 17.000 viviendas, además de atraer a 1,8 millones de visitantes anualmente, posicionando a Trafford Wharfside como uno de los principales destinos del Reino Unido.
Desafíos del nuevo Old Trafford
Pese a los beneficios, la decisión de abandonar Old Trafford es delicada. Conocido como el «Teatro de los Sueños», este estadio tiene un valor simbólico enorme para los aficionados del Manchester United, albergando monumentos como el reloj y el túnel que recuerdan el desastre aéreo de Múnich de 1958, así como estatuas de figuras legendarias como Sir Matt Busby y Sir Alex Ferguson.
No obstante, como ha señalado Andy Burnham, la modernización de Old Trafford presenta numerosos desafíos. La estructura envejecida y la complejidad de realizar una renovación sin interrumpir los partidos han inclinado la balanza a favor de un nuevo estadio. Sin embargo, el club ha asegurado que cualquier nuevo desarrollo conservará los elementos históricos más importantes del actual recinto.
Un comité centrado en el patrimonio del club se encargará de preservar aspectos clave como el reloj conmemorativo y las estatuas, garantizando que el legado de Old Trafford se mantenga vivo en la nueva instalación.
El Manchester United no solo aspira a construir un estadio de fútbol de clase mundial, sino también a crear un espacio que revitalice la comunidad y ofrezca experiencias excepcionales tanto en días de partido como en actividades de ocio y desarrollo urbano. Este ambicioso proyecto, liderado por Foster + Partners, promete generar un impacto duradero en la región, mejorando la infraestructura y creando oportunidades económicas para las generaciones futuras.
Según Collette Roche, directora de operaciones del club, el Manchester United está comprometido con hacer de este proyecto un ejemplo de desarrollo sostenible, beneficiando tanto al club como a la comunidad en su conjunto.