Raúl Gómez y su cooperativa compiten con las granadas marroquíes gracias a Pascual: de venderlas a 0,12 € a 0,60 €.

Raúl Gómez (Valencia, 1982) ha liderado la Cooperativa Valenciana Cristo de la Salud durante la última década. Durante este tiempo, ha desarrollado una verdadera pasión por su trabajo, convirtiéndose no solo en el gerente, sino también en el jefe de ventas, responsable de comercializar los productos de los agricultores asociados y los que cultivan directamente para la cooperativa.

Fundada en 1929 en Navarrés, esta cooperativa cuenta con más de 1.000 asociados y unos 15 agricultores que producen directamente para la entidad. Aunque la cooperativa se ha diversificado en servicios como supermercados, telefonía, suministros y hasta una caja rural, su reto actual es revitalizar la sección agrícola, clave para su origen.

Raúl Gómez está comprometido en ayudar a los agricultores a obtener precios justos por sus productos, algo cada vez más difícil debido a la competencia de países como Marruecos, donde los costos de producción son más bajos y las normativas fitosanitarias son menos estrictas. Esta situación ha provocado que los agricultores españoles enfrenten dificultades para vender sus productos a precios competitivos.

Un ejemplo claro de este desafío es la venta de granadas, un producto que durante años Gómez solo podía vender a 0,12 € el kilo para la industria de zumos. Sin embargo, gracias a la plataforma Europa Product Agricult (EAP), impulsada por el agricultor Pascual Cabedo, ahora logra comercializar las granadas a alrededor de 0,60 € el kilo. Aunque este precio fluctúa según la temporada, representa una mejora significativa para los agricultores.

La EAP tiene como objetivo garantizar precios rentables a los agricultores, ofrecer productos frescos y de origen europeo a los consumidores, y optimizar la gestión para que los productos lleguen al consumidor final de manera eficiente. A través de esta plataforma, Raúl Gómez ha podido vender no solo granadas, sino también calabazas y pimientos, aunque reconoce que sigue siendo «un comprador más» en su red de distribución.

Los problemas del sector agrícola español

Gómez destaca varias razones por las que el sector agrícola en España está pasando por momentos difíciles. En primer lugar, los costos de producción en países como Marruecos son mucho más bajos debido a los salarios reducidos y a la menor regulación en cuanto a fitosanitarios. En segundo lugar, en España los agricultores deben enfrentar una gran cantidad de trámites burocráticos para vender y exportar, algo que no ocurre en otros países. Además, los altos costos de los productos fitosanitarios obligatorios en España hacen que los productos locales sean menos competitivos.

Todo esto se traduce en que los productos extranjeros, al ser más baratos, dominan los mercados, lo que provoca que muchos agricultores españoles acepten los precios bajos que ofrecen los supermercados para no perder sus cosechas. Esta situación ha desincentivado a las nuevas generaciones a seguir trabajando en el campo, algo que Gómez observa con preocupación en su cooperativa, donde la mayoría de los productores son personas mayores.

A pesar de las dificultades, Raúl Gómez sigue luchando por mejorar la agricultura en España, aunque reconoce que las importaciones, sobre todo de países como Marruecos, complican el negocio. En su caso, cultiva pimientos en verano, pero Marruecos ahora planta tanto en verano como en invierno, lo que influye en los precios y la competitividad.

La visión de Pascual Cabedo

Pascual Cabedo, fundador de la EAP, también comparte esta lucha. Como agricultor valenciano con más de 25 años de experiencia, ha visto cómo la competencia desleal de productos agrícolas fuera de la Unión Europea ha erosionado el sector. Mientras que los agricultores españoles deben cumplir con estrictas normativas fitosanitarias, otros países no lo hacen, lo que abarata los costos de producción y afecta el precio de los productos locales.

Para combatir esto, Cabedo creó la plataforma Europa Agricult Product (EAP), que busca diferenciar los productos europeos mediante un logo que identifica visualmente los productos de la UE, como frutas y verduras de España, Francia o Alemania. El objetivo es que los consumidores puedan identificar fácilmente el origen de los productos que compran y optar por productos de proximidad, favoreciendo a los agricultores locales.

Cabedo reconoce que muchos consumidores prefieren productos locales, pero los etiquetados actuales en España no siempre son claros. Con su plataforma, pretende cambiar esta situación y ayudar a los agricultores europeos a ser más competitivos en un mercado globalizado.

Tanto Raúl Gómez como Pascual Cabedo siguen trabajando para mejorar el sector agrícola español, luchando por precios justos y un reconocimiento adecuado para los productos de origen europeo.