Morata, el delantero que ha movido 202 millones, regresa al Bernabéu: “Espero que me abucheen, es comprensible”.
El atacante español, ahora en el AC Milan, se enfrentará nuevamente al Real Madrid en la Champions League. Tras siete años de su salida definitiva del club blanco, Morata volverá a pisar el césped del Santiago Bernabéu, esta vez con una cuarta camiseta diferente —sin contar la de la Selección—. Será un reencuentro familiar, similar a los vividos en el pasado con el Atlético de Madrid, y espera una bienvenida poco amistosa por parte de la afición.
Morata dejó el Real Madrid en 2017 después de una de sus mejores temporadas, en la que fue pieza clave en el doblete de Liga y Champions. Ese verano, el Chelsea pagó 80 millones de euros —aunque finalmente se desembolsaron 66— para llevárselo a la Premier League, donde su rendimiento no alcanzó las expectativas. Tras su paso por el Atlético de Madrid y su regreso a la Juventus, Morata llega ahora a San Siro con el Milan, intentando relanzar su carrera a los 32 años, después de un buen desempeño en la Eurocopa.
En sus primeros meses con el Milan, Morata ha anotado dos goles en once partidos, y ahora se prepara para reencontrarse con el Real Madrid: “No creo que mucho haya cambiado. Sé que me abuchearán y entiendo que es parte del juego”, dijo en una entrevista para The Athletic antes del partido.
Morata regresa como rival al estadio donde alguna vez fue bien recibido. Sin embargo, su etapa con el Atlético de Madrid no fue bien vista por la afición blanca, y a lo largo de su carrera, ha acumulado movimientos que suman un total de 202 millones de euros, posicionándose entre los jugadores que más dinero han generado en transferencias.
Confesiones de Morata
En la misma entrevista, Morata compartió su perspectiva sobre el éxito y su trayectoria: “Para mí, el verdadero éxito no es ganar una Eurocopa, un Mundial, una Champions o marcar cientos de goles. Mi mayor logro es que las personas con las que convivo y trabajo realmente me conozcan. Jamás encontrarás a alguien que haya convivido conmigo y no diga que soy una buena persona, y eso es lo que más valoro”, reflexiona.
“Me esfuerzo por hacer que los demás se sientan bien; eso me ha ayudado a ser capitán y a hacerlo bien, porque consigo que quienes están a mi alrededor den lo mejor de sí mismos. Cuando te preocupas por los demás en lugar de pensar solo en ti, logras algo especial”, agrega sobre su rol como líder. “Quiero ayudar a los jóvenes jugadores a evitar errores que yo cometí, a aconsejarles y guiarles en su carrera”, comenta. Morata también rememora los momentos previos a la última Eurocopa, cuando fue objeto de críticas. “Escuché que no era adecuado para ser capitán, que no éramos un buen equipo. No fue una revancha, porque no debo demostrar nada a nadie, pero sí fue gratificante. Ahora se están haciendo documentales sobre nuestra experiencia, y la gente podrá ver lo que logramos. Inglaterra y Francia tienen planteles de primer nivel, pero creo que ganamos por nuestro espíritu de equipo, y eso fue clave”.
Morata también opina sobre Vinicius, quien ha estado en el centro de la polémica en el Balón de Oro. “Pensaba que Rodri lo ganaría”, comenta. “Es un gran orgullo para España tener a un jugador como Rodri, igual que lo fue con Busquets en su momento. Busquets merecía un Balón de Oro. Jugadores como ellos no brillan tanto como los delanteros o extremos, pero son quienes controlan el juego. Son los arquitectos del estilo de España. Hemos tenido futbolistas increíbles en esa posición, como Iniesta, Xavi, Xabi Alonso, Silva o Cesc. Hoy, Olmo y Fabián también están asumiendo ese rol: controlan el juego, mantienen la posesión y recuperan balones. Son auténticos fenómenos”, concluye Morata.