La Fiesta de los Rondeles: la llama ancestral que enciende la Navidad en Casarabonela.
Cada 12 de diciembre, el pequeño pueblo de Casarabonela, en la provincia de Málaga, celebra una tradición única y cautivadora que marca el inicio de la Navidad: la Fiesta de los Rondeles. En esta festividad, un espectáculo de fuego y devoción ilumina las calles del municipio, evocando un pasado de influencias paganas y religiosas.
Un ritual entre el fuego y la historia
Esta fiesta singular tiene sus raíces en una confluencia de culturas. Casarabonela, con su trazado urbano heredado de la época árabe, ha mantenido vivo este legado durante siglos. En la noche del 12 de diciembre, el pueblo apaga su alumbrado público para dar paso a una procesión en la que los protagonistas son los rondeles: capachos de esparto impregnados en aceite y encendidos en llamas. Portados por alrededor de 40 vecinos, los rondeles acompañan a la Virgen de los Rondeles en un recorrido mágico que comienza a las 22:00 desde la ermita de la Veracruz y culmina en la iglesia de Santiago Apóstol, en lo alto del municipio.
La tradición tiene un fuerte vínculo con la recolección de aceitunas. En el siglo XVIII, cuando Casarabonela contaba con numerosos molinos de aceite, los antiguos molineros ofrecían sus rondeles a la Virgen en señal de gratitud por la cosecha. Aunque hoy los capachos ya no son fabricados por artesanos locales, se preparan durante un año siguiendo métodos tradicionales para que ardan de manera óptima.
Una experiencia para todos los sentidos
La procesión es mucho más que una simple marcha religiosa. En medio del silencio nocturno, las llamas de los rondeles proyectan sombras danzantes en las paredes encaladas del pueblo, creando una atmósfera hipnótica que atrae a fotógrafos y visitantes. El recorrido incluye cánticos de villancicos por dos grupos pastorales —una infantil y otra de adultos— que emplean instrumentos tradicionales como zambombas, sonajas, y castañuelas moriscas, fabricadas artesanalmente con madera de caoba.
Al finalizar el trayecto, la plaza del pueblo se convierte en el epicentro de la celebración popular. Allí, los asistentes disfrutan de chocolate caliente, buñuelos y tostones, un pan cateto acompañado de ajo y aceite, todo cocinado al calor de una hoguera comunitaria.
De la tradición al turismo
Declarada Fiesta de Interés Turístico Nacional de Andalucía en 2001 y de Singularidad Turística Provincial en 2006, la Fiesta de los Rondeles no solo preserva el espíritu de la comunidad, sino que también impulsa la economía local. Del 13 al 15 de diciembre, bares y restaurantes de la localidad participan en una ruta de la tapa llamada El Rondel, ofreciendo platos típicos como potaje de garbanzos con acelgas, costillas en salsa y dulces tradicionales.
La festividad también incluye actividades culturales, como una exposición de fotografía antigua sobre los rondeles en el Centro de Interpretación de Casarabonela. La celebración se extiende hasta el 22 de diciembre, cuando la Virgen regresa a la ermita de la Veracruz, punto de origen de esta fascinante tradición.
Un encuentro con la magia de lo ancestral
Para los habitantes de Casarabonela, la Fiesta de los Rondeles es mucho más que un evento anual: es un homenaje a su historia y una expresión viva de su identidad. Como afirma Francisco Flores, presidente de la Asociación de Amigos de los Rondeles: “Es el momento más importante del año, nuestra noche mágica”.
Si buscas una experiencia auténtica que combine cultura, naturaleza y gastronomía, no dudes en visitar este rincón de la Sierra de las Nieves, donde el fuego de los rondeles ilumina no solo las calles, sino también el alma de un pueblo.