Toni Ruiz, el timonel de Mango en tiempos de incertidumbre.
El consejero delegado de la firma, y propietario del 5% de su capital, asume provisionalmente las funciones de presidente tras el inesperado fallecimiento de su fundador. Aunque el desenlace de este suceso fue diferente en comparación con otros casos empresariales recientes, tiene un denominador común: tras la pérdida de una figura estratégica, es el turno de los profesionales de la nueva generación, quienes, aunque no pertenezcan a la familia fundadora, deben continuar el legado empresarial.
En Mango, ese reto recae sobre Toni Ruiz, actual consejero delegado. La empresa disipó cualquier duda sobre la continuidad al comunicar oficialmente que Ruiz asumirá el rol de presidente interino mientras se define el futuro del consejo. El destino de las acciones del fundador Isak Andic, que controla un 95% del capital, se aclarará una vez se conozca su testamento. Se espera que este legado pase a sus tres hijos: Jonathan, Judith y Sarah. Según el comunicado, “el fallecimiento de Isak Andic no modifica la estructura de gobierno de Mango. La empresa cuenta con los mecanismos necesarios para garantizar la estabilidad del negocio”.
Estos mecanismos son el resultado de una década de esfuerzos compartidos entre Andic y Ruiz para profesionalizar la compañía. Mango cuenta ahora con un consejo de administración, un comité de dirección, un comité ejecutivo y una sociedad patrimonial familiar, cada uno con roles definidos, encaminados a gestionar la firma como si fuera una compañía cotizada, aunque no esté prevista su salida a Bolsa. Hace un año, en línea con esta estrategia, se amplió el consejo para incluir consejeros externos y, en un movimiento sin precedentes, Andic permitió a Ruiz adquirir un 5% de las acciones, siendo el primer accionista externo a la familia.
La confianza depositada en Ruiz se justifica por su liderazgo en momentos críticos. Desde su incorporación, ha sabido gestionar la empresa en circunstancias adversas, como la que ahora afronta con el fallecimiento del fundador. Quienes lo conocen destacan su calma, determinación y su habilidad para ejecutar las directrices estratégicas de Andic.
Nacido en Barcelona hace 55 años, Ruiz ha recorrido un camino profesional diverso que lo llevó, finalmente, a cerrar un círculo en Mango. Este es, según sus propias palabras, “el mejor y último proyecto ejecutivo que emprenderé”. Su vínculo con el sector textil tiene raíces familiares, ya que en su juventud trabajó en la fábrica de tejidos que dirigía su tío. Sin embargo, su trayectoria profesional despegó en la logística tras licenciarse en Ciencias Económicas por la Universidad de Barcelona y obtener un MBA en IESE.
Ruiz inició su carrera en el Barcelona-Catalunya Centre Logístic y luego en Leroy Merlin, donde se familiarizó con la gestión y adquirió experiencia en comités de dirección. Fue en 2015 cuando Andic lo incorporó a Mango como director financiero, delegándole la supervisión de las cuentas en un periodo en el que Andic buscaba tomarse un respiro. Sin embargo, la compañía enfrentó un complejo panorama entre 2015 y 2018, con pérdidas millonarias y un estancamiento en las ventas. Este contexto llevó a Andic a retomar el control y a designar a Ruiz como director general en 2018, y dos años más tarde, como consejero delegado.
Hoy, Toni Ruiz se enfrenta al desafío de liderar Mango en una transición marcada por la ausencia del fundador. Su experiencia y capacidad para mantener el rumbo de la empresa serán fundamentales para garantizar la continuidad y el éxito del legado de Isak Andic.