Jaume Collboni incluye el tranvía hasta Paseo de Gràcia en los presupuestos para 2025, buscando el respaldo de los comunes.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha presentado los presupuestos municipales para este año, incluyendo la prolongación del tranvía hasta el Paseo de Gràcia como uno de los elementos más destacados, con el objetivo de atraer el apoyo de los comunes. Aunque ha conseguido que ERC facilite el trámite inicial de las cuentas, todavía está lejos de lograr el «sí» de Barcelona en Comú, uno de sus socios habituales.

Tal como anunció el pasado domingo, Collboni sigue adelante con su plan presupuestario, a pesar de no tener garantizados los votos necesarios. El alcalde aspira a cerrar un acuerdo en las próximas semanas, pero no descarta la posibilidad de gobernar con un presupuesto prorrogado de 2024, que alcanzó los 3.807 millones de euros, un récord histórico. El nuevo proyecto, presentado este jueves, asciende a 3.850 millones de euros, un 1,2% más que el anterior, aunque las inversiones disminuyen un 9% debido a la reducción de fondos europeos Next Generation. Si el primer trámite se supera el miércoles próximo, la aprobación definitiva se decidiría en el pleno de febrero.

El tranvía, eje del presupuesto

Jordi Valls, teniente de alcalde de Economía, ha calificado las cuentas como “ambiciosas” y orientadas a la transformación de la ciudad con un enfoque social y progresista. Según Valls, el tranvía será el principal motor de inversión, con 214 millones de euros aportados por el Ayuntamiento y 114 millones del Govern, que también se encuentra sin presupuesto. El objetivo es extender el tranvía por la Diagonal hasta el Paseo de Gràcia antes de finalizar el mandato, en un tramo que Valls describe como “el más sencillo”.

El proyecto se licitará en dos fases para agilizar las obras, aunque esta fórmula ha generado críticas por parte de los comunes, quienes insisten en que la ejecución debería hacerse en una sola etapa.

ERC tiende la mano; los comunes piden más

ERC, por su parte, ha señalado que muchas de sus demandas ya están incorporadas en el proyecto, mientras que otras podrían incluirse más adelante. A pesar de ello, los republicanos han confirmado que facilitarán la tramitación inicial. Los comunes, en cambio, han mostrado mayor resistencia. Janet Sanz, líder del grupo, ha tachado el presupuesto de continuista y ha criticado que no incluya propuestas clave como el control del alquiler turístico o el mantenimiento del 30% de vivienda pública. Según Sanz, “el presupuesto debe reflejar todas las prioridades de la ciudad, y eso incluye medidas ambiciosas para la vivienda”.

Reacciones de Junts y otros aspectos del presupuesto

Desde Junts, Jordi Martí ha rechazado las cuentas al considerarlas insuficientes y con un aumento inferior al IPC. Además, acusó al gobierno de ser continuista y de no priorizar las necesidades reales de la ciudadanía.

Entre los detalles más destacados del presupuesto se encuentran 201 millones de euros destinados a vivienda, 422 millones a seguridad, incluyendo el refuerzo de la Guardia Urbana y un nuevo centro de emergencias, y 907 millones para servicios sociales y educación. También se destinarán 363 millones a limpieza y mantenimiento, mientras que la acción climática contará con 105 millones, financiados en parte por la tasa turística.

El presupuesto también contempla proyectos estratégicos como la remodelación de La Rambla, la Meridiana, el túnel de Rovira y mejoras en instalaciones deportivas, aunque deja fuera la rehabilitación de interiores de manzana, una de las promesas estrella de los socialistas.

Una situación financiera sólida

Valls ha subrayado que las finanzas de Barcelona se mantienen sólidas, con un endeudamiento cercano al 30% de los ingresos corrientes, un ahorro bruto entre el 15% y el 20% y pagos a proveedores en menos de 30 días. Asimismo, destacó la reducción de la presión fiscal para la ciudadanía y un aumento de la carga fiscal sobre el turismo, como una medida clave para sostener el crecimiento económico y social de la ciudad.