Los antiguos navegantes del Estrecho de Gibraltar: evidencia de travesías marítimas hace 6.000 años.

Un equipo de investigadores de la Universidad de Granada (UGR) ha confirmado la datación de unas enigmáticas pinturas rupestres halladas en la Laja Alta de Jimena de la Frontera (Cádiz), situándolas en el Neolítico (4000-3000 a.C.). Estas representaciones, que incluyen siete embarcaciones de distintos diseños, se consideran ahora las más antiguas del Mediterráneo occidental, desafiando teorías previas que las situaban en épocas más recientes.

Un debate arqueológico que llega a su fin

Las pinturas fueron descubiertas en los años 70 en una cavidad rocosa del Parque de los Alcornocales, cerca del Estrecho de Gibraltar. Desde entonces, su datación ha sido objeto de intenso debate. Inicialmente, se pensó que reflejaban contactos entre los indígenas locales y los fenicios durante la Edad del Bronce Final (1250-850 a.C.). Sin embargo, en 2018, el equipo liderado por Francisco Morgado, profesor de la UGR, realizó un análisis de carbono 14 sobre el pigmento negro de un ídolo oculado presente en la misma escena, confirmando su origen neolítico.

A pesar de esta evidencia, en 2022, la arqueóloga Ana María Gomar Barea propuso que los barcos correspondían a embarcaciones medievales de los siglos XII y XIV, planteando una datación mucho más tardía. Este nuevo estudio de la UGR refuta esa hipótesis, argumentando que los análisis previos se centraban solo en los barcos sin considerar el contexto completo de la obra rupestre.

Tecnología avanzada al servicio de la arqueología

Para reforzar sus conclusiones, los investigadores han empleado métodos científicos avanzados como espectroscopia FORS, modelos digitales 3D y dataciones por termoluminiscencia, combinando estas técnicas para demostrar que los barcos forman parte del conjunto original de la pintura neolítica. Además, han identificado similitudes en la arquitectura naval con otras embarcaciones primitivas del Mediterráneo y Egipto, lo que refuerza la idea de que estos pueblos prehistóricos ya tenían conocimientos de navegación.

¿Quiénes eran estos navegantes prehistóricos?

La presencia de barcos en una zona tan estratégica como el Estrecho de Gibraltar hace 6.000 años sugiere que los habitantes de la región no eran sociedades aisladas, sino pueblos emergentes con redes de contacto más amplias de lo que se creía. Morgado y su equipo rechazan la idea de que estas embarcaciones fueran de origen extranjero, defendiendo que podrían haber sido naves indígenas, producto del desarrollo cultural y tecnológico de estas comunidades.

Este hallazgo invita a replantear la visión tradicional sobre las primeras sociedades del sur de la Península Ibérica, reconociéndolas como civilizaciones más complejas y dinámicas de lo que se había asumido. Además, fortalece la teoría de que el Mediterráneo occidental fue un escenario de innovación marítima mucho antes de lo que la historia convencional ha documentado.