Roma considera cobrar por visitar la Fontana de Trevi: acceso controlado y horarios limitados.
El Ayuntamiento también estudia restringir el número de alquileres de corta duración en el centro histórico para frenar el turismo masivo.
Una de las propuestas que está evaluando el concejal de turismo de Roma, Alessandro Onorato, es cobrar un euro por visitar la famosa Fontana de Trevi y limitar el número de alquileres temporales en el corazón de la ciudad. Esta medida busca gestionar el turismo masivo que afecta a la «ciudad eterna».
Onorato comentó en una entrevista con el Corriere della Sera: «Soy partidario de estudiar un acceso controlado, con horarios establecidos y un sistema de reservas: gratuito para los residentes romanos y con un costo simbólico de un euro para los turistas». El propósito de esta medida sería reducir la masificación en los alrededores del monumento, además de desalentar el consumo de comida rápida, como pizza y helado, en la plaza, para evitar la acumulación de residuos en uno de los principales símbolos del Barroco romano.
Acceso al Panteón por 5 euros
Esta no es la primera vez que Roma evalúa restringir el acceso a sus monumentos. En el verano pasado, se impuso una tarifa de cinco euros para entrar al Panteón, el monumento más visitado de Italia, aunque los residentes de la ciudad siguen accediendo de manera gratuita.
El concejal Onorato también busca reducir el creciente número de alquileres de corta duración (menos de 30 días) en Roma, que ha aumentado de 17.000 en 2018 a más de 30.000 en la actualidad. Onorato advirtió que «los turistas corren el riesgo de alojarse en espacios no aptos, como sótanos o garajes convertidos, lo que afecta negativamente la imagen de nuestra ciudad».
El concejal pide al gobierno central, dirigido por Giorgia Meloni, más poder para que las regiones puedan regular este tipo de alojamientos, con el objetivo de preservar las áreas afectadas por el turismo de masas, donde cada vez hay menos residentes y los comercios locales y talleres artesanales tienden a desaparecer.
«Podemos controlar el número de restaurantes o tiendas de comida rápida en el centro, pero no tenemos la capacidad de frenar la apertura de alojamientos alternativos», señaló con frustración Onorato. «Queremos imponer una pausa, quizá de dos o tres años, para proteger el patrimonio histórico y artístico, la calidad del comercio local y el derecho de los ciudadanos a vivir en su ciudad, pero estamos atados de manos», añadió.
Roma fue la ciudad más visitada de Europa en 2023, con cerca de 50 millones de turistas, según el informe de City Destinations Alliance sobre turismo urbano en Europa.