Iona Winnifrith, la joven de 13 años que deslumbra en los Paralímpicos La nadadora británica ha logrado una medalla en su debut en los Juegos Paralímpicos, rompiendo barreras físicas y dejando una profunda huella en el deporte.
Con solo 13 años, Iona Winnifrith ha marcado un hito en los Juegos Paralímpicos de París 2024. Esta prometedora nadadora británica se llevó una medalla de plata en la prueba de 100 metros braza categoría SB7, estableciendo un récord personal y alcanzando un logro increíble en su primera participación en los Juegos.
Nacida el 10 de abril de 2011, Iona creció en un entorno donde la natación era parte fundamental de la vida diaria. Sus hermanos entrenaban en el club Tonbridge SC, y fue a los cinco años cuando Iona fue invitada a unirse al equipo. Desde ese momento, su pasión por el deporte se desarrolló rápidamente, destacando en competiciones juveniles gracias a su dedicación y talento natural.
A pesar de haber sido diagnosticada con displasia esquelética, una condición que afecta su crecimiento y provoca baja estatura debido a la menor longitud de sus extremidades, Iona nunca dejó que esto fuera un obstáculo para sus aspiraciones. Con constancia y esfuerzo, empezó a brillar en torneos juveniles, captando la atención del equipo paralímpico de Gran Bretaña.
El año 2024 fue clave para la joven nadadora. En los Campeonatos Europeos, Iona se consagró como una de las grandes promesas de la natación paralímpica, llevándose tres medallas de oro en las pruebas de 100 metros braza SB7, 200 metros combinado individual SM7 y 50 metros mariposa S7. Además, logró un récord europeo en los 200 metros combinados con un tiempo de 3:09.76.
Estos éxitos le aseguraron un puesto en el equipo británico para los Juegos Paralímpicos de París 2024, un sueño que apenas un año antes empezaba a parecer una posibilidad real.
Inspirada por grandes figuras de la natación paralímpica como Ellie Simmonds y Maisie Summers-Newton, Iona siempre tuvo claro que quería seguir sus pasos. Simmonds, quien también debutó a los 13 años en los Juegos Paralímpicos de Pekín 2008, ha sido un modelo clave para Winnifrith, no solo por sus logros, sino porque ambas comparten una condición física similar.
«Ellie ha sido una gran inspiración para mí. La he conocido en varias ocasiones y su historia me motiva mucho», comentó Iona en una entrevista. Llegar a los Juegos de París ya era un logro destacable, pero Iona no se conformó solo con participar.
En su segunda final, compitió en los 100 metros braza SB7, donde luchó intensamente por el oro, terminando con una medalla de plata y un tiempo de 1:29.69, solo superada por la rusa Mariia Pavlova, quien estableció un nuevo récord mundial.
«Sabía que tenía que darlo todo», confesó Iona tras la carrera. «Quería el oro, pero estoy muy contenta con la plata. Tengo solo 13 años y aún me queda mucho por aprender y mejorar».
Un gran futuro por delante Aunque Iona mostró una ligera decepción por no conseguir el oro, su madurez y visión de futuro reflejan una mentalidad ganadora. Sabe que su carrera está apenas comenzando y que aún tiene muchos más triunfos por alcanzar en los próximos años.