El sorprendente desayuno en el nuevo hotel gastronómico de Salamanca: dulces tradicionales, embutidos ibéricos y cocina a la vista.
El Eunice Hotel Gastronómico, impulsado por José Manuel Pascua, chef y propietario de Bambú Brasas y Tapas, se ha convertido en un refugio de paz en Salamanca, donde la gastronomía está a la par del alojamiento de lujo.
Al entrar al hotel, te recibe una cocina antigua de principios del siglo XX, restaurada y en funcionamiento, lo que marca el carácter hogareño del establecimiento. Aquí no hay recepción tradicional, sino una mesa de bienvenida que te hace sentir como en casa desde el primer momento.
Este encantador hotel boutique, el primero de cinco estrellas Gran Lujo en Salamanca, se encuentra en el corazón de la Ciudad Vieja. El proyecto es un tributo a la abuela de Pascua, Eunice, quien fue su mayor inspiración. El hotel, vecino al Palacio de Monterrey, ha respetado la estructura original del edificio, que fue la casa de la querida farmacéutica y filántropa doña Gonzala Santana, conocida en la ciudad como ‘La Pollita de Oro’.
Con 13 habitaciones, cada una con una decoración única, el hotel está repleto de detalles, incluyendo obras de arte de artistas como José Pedro Croft y Estefanía Martín Sáenz. El jardín, diseñado por el estudio Benavides Laperche, es un lugar de calma donde se puede disfrutar de un buen vino o incluso un almuerzo.
Este hotel es también el primero en Salamanca que ofrece una experiencia culinaria que rivaliza con el lujo de su hospedaje. La oferta gastronómica abarca varios momentos del día, y estos días están ultimando los detalles de Pascua, su restaurante gastronómico que abrirá sus puertas el 12 de octubre. Con una entrada independiente al hotel, se espera que su propuesta culinaria se coloque en el radar de la Guía Michelin. Aunque Pascua evita hablar de estrellas Michelin, su restaurante está diseñado para ser uno de los mejores de España, asegurando que su enfoque no está en alimentar su ego, sino en la calidad de la cocina.
El restaurante Yantar, ya en funcionamiento, permite a los visitantes conocer la gastronomía local a través de platos simples y sabrosos. Los comensales pueden elegir entre carta y dos menús degustación, llamados Celemin y Fanega, con guiños a los sabores tradicionales de Salamanca y la región.
El pan, por ejemplo, proviene de un obrador de Arapiles, y platos como la flor de calabacín en tempura con crema de avellana o la pluma ibérica, combinan perfectamente con vinos regionales como el orange wine de la D.O.P Sierra de Salamanca. Al frente del servicio está Silvia Gaspar, con 25 años de experiencia en hostelería.
Comenzar el día con un menú degustación
El desayuno en el Eunice Hotel Gastronómico es una experiencia en sí misma. Ofrecen dos menús degustación exclusivos: el Desayuno Eunice y el Desayuno Amanecer, con un precio que alcanza los 44 euros en su versión más completa. Ideal para darse un lujo o como regalo especial, este desayuno promete ser inolvidable.
El equipo culinario, liderado por la pastelera Dana Bozikovic junto a Alejandro Ekang, elabora diariamente repostería y pastelería casera. Los desayunos están estructurados en varios ‘mundos’. El mundo líquido incluye jugos, infusiones, café e incluso cava. El mundo dulce ofrece fruta fresca, yogur, granola casera, mantequilla y mermeladas hechas en casa, y clásicos salmantinos como la bamba y el bizcocho borracho. Además, no faltan las tradicionales pastas con forma de filigrana charra, un guiño a la cultura local.
El mundo salado incluye pan casero, embutidos ibéricos de Salamanca, sobrasada para untar, y tomates confitados. Finalmente, los huevos son protagonistas en el tercer y último momento del desayuno, que se preparan en dos versiones: tortilla vaga al estilo Sacha con ingredientes de temporada, o huevos benedict.
Esta combinación de historia, gastronomía y lujo ha puesto al Eunice Hotel Gastronómico como un destino imprescindible para quienes visitan Salamanca, ofreciendo no solo una estancia única, sino también una experiencia culinaria memorable.