Cinco expedicionarios sénior conquistan el Vallunaraju: un hito histórico del Desafío Santalucía en Perú.

Tras diez días de aclimatación y duras pruebas en los Andes, los cinco expedicionarios mayores de 65 años del Desafío Santalucía Sénior alcanzaron la cima del Vallunaraju, a 5.686 metros de altitud, en una madrugada inolvidable.

Luego de más de una semana enfrentando la altura, el frío y los retos del terreno, el equipo compuesto por Leticia Herrería, Pepe García, Pilar Utrilla, José Antonio Fernández y Álvaro Vallés, bajo la dirección del experimentado Carlos Martínez, logró hacer cumbre en uno de los picos más imponentes de la Cordillera Blanca.

El día del ascenso final comenzó en plena madrugada, cuando el campamento despertó a las tres de la mañana. El frío extremo y las temperaturas bajo cero complicaban el inicio, pero armados con crampones, cuerdas y cascos, los expedicionarios se dispusieron a enfrentar la última etapa. El agotamiento de días previos y las difíciles condiciones no menguaron el espíritu de estos valientes, decididos a cumplir el objetivo planteado desde meses atrás.

El terreno que los separaba de la cumbre era complejo, cubierto de nieve que ralentizaba el avance. A más de 5.000 metros, la falta de oxígeno se hacía notar, pero la motivación no decayó. Cada paso no solo los acercaba a la cima, sino que representaba una victoria personal: un símbolo de superación, de que la edad no es una barrera para alcanzar metas.

Conquista de la cima

Tras varias horas de ardua subida, a las 08:50 de la mañana, los cinco expedicionarios alcanzaron la cumbre. Desde allí, las vistas eran espectaculares: la Cordillera Blanca se desplegaba en todas direcciones, bañada por la luz del amanecer. El viento frío no podía opacar la inmensa satisfacción del grupo. Entre abrazos y lágrimas, conscientes de la magnitud de su logro, celebraron juntos en el punto más alto de su travesía.

Carlos Martínez, líder de la expedición, destacó la determinación del grupo, subrayando lo inesperadamente exigente que resultó la experiencia. “Fue más duro de lo que esperaban, pero lucharon como auténticos titanes”, comentó, impresionado por la fortaleza de los séniors.

Leticia Herrería, a sus 65 años, logró uno de los retos más difíciles de su vida como gimnasta, mientras que Pepe García, de 67, visiblemente emocionado, luchó hasta el final pese a haber sufrido varias caídas en el descenso. José Antonio Fernández, piloto retirado de 70 años, recordó sus días volando sobre montañas, aunque una fuerte tos lo limitó durante el ascenso. Por su parte, Álvaro Vallés y Pilar Utrilla también quedaron sorprendidos por la dureza del trayecto, aunque maravillados con la belleza del entorno.

El regreso al campamento

Después de un breve pero emotivo momento en la cima, el equipo inició el descenso. Aunque el retorno también fue complicado, la alegría de haber alcanzado su meta les dio la energía necesaria para volver al campamento. Allí, exhaustos pero radiantes, fueron recibidos con aplausos por el resto del equipo.

El Desafío Santalucía Séniors ha sido mucho más que una simple expedición. Esta hazaña representa la victoria sobre los prejuicios relacionados con la edad. Los cinco expedicionarios demostraron que la longevidad positiva es real, que es posible vivir con entusiasmo y determinación sin importar los años.

Leticia, Pepe, Pilar, José Antonio y Álvaro, elegidos entre 142 candidatos, han roto barreras y dejado una huella imborrable. Su éxito, recordando a los otros 18 finalistas con la bandera que desplegaron en la cima, quedará inscrito no solo en las montañas de los Andes, sino también en los corazones de aquellos que siguieron esta aventura inspiradora.