Hunosa obtiene luz verde para utilizar agua de mina en un proyecto de hidrógeno verde en Langreo.

El proyecto denominado Mine-to-H2, ubicado en la mina de Pozo Fondón, posicionará a Langreo (Asturias) como un referente en el ámbito del hidrógeno renovable. En relación a esto, Enagás lanzará una nueva ‘call for interest’ no vinculante el próximo 7 de noviembre para proyectos de hidrógeno. La Confederación Hidrográfica del Cantábrico ha otorgado a Hunosa, antigua empresa pública minera, la autorización para el uso de agua de mina en la producción de hidrógeno verde en el Pozo Fondón, una histórica mina clausurada situada en Sama de Langreo, junto al río Nalón, en el Principado de Asturias.

El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) ha publicado en el BOE la concesión del derecho de uso del agua de la bocamina La Nalona, situada en el área del Fondón.

Este es un paso importante para el desarrollo de la planta proyectada en Langreo, enmarcada en el proyecto Mine-to-H2, que tiene como objetivo avanzar en la descarbonización de sectores estratégicos y fomentar una economía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

La concesión del uso del agua de mina en La Nalona supone un avance más en este proyecto. Hunosa ya ha obtenido la autorización de conexión a la red eléctrica para alimentar la planta, y actualmente está en curso la tramitación administrativa en el ámbito municipal.

El proyecto Mine-to-H2 busca transformar una antigua mina de carbón en un centro de producción de hidrógeno verde, utilizando energía renovable. En concreto, se aprovechará el agua procedente de la antigua mina junto con energía eléctrica generada, en parte, por una planta fotovoltaica que se instalará en otro antiguo emplazamiento minero.

Este proyecto representa un ejemplo claro de economía circular y tiene como eje la movilidad sostenible en el centro de Asturias.

Impulsado por Hunosa, el proyecto cuenta con socios industriales como Duro Felguera y Alsa, además del apoyo de la Universidad de Oviedo y el instituto polaco GIG-PIB. Con un presupuesto de 18 millones de euros, de los cuales 9 millones provienen de fondos europeos a través de las ayudas del RFCS (Research Fund for Coal and Steel), se espera que este proyecto ponga a Langreo en el mapa tanto del hidrógeno renovable a nivel nacional como europeo.

El pozo Fondón, antes símbolo de la extracción de carbón, se convertirá en un referente de la transición ecológica con la planta de hidrógeno verde y la red de calor (district heating) que ya está operativa, la cual utiliza energía geotérmica y biomasa.

La segunda fase de esta red de calor fue inaugurada la semana pasada, y ahora funciona con geotermia procedente del agua de mina y biomasa, extendiendo su servicio a cinco nuevos edificios.

Con este avance, se mejora la eficiencia energética, se reduce la dependencia del bombeo, y se implementa una solución innovadora y pionera en Europa. La instalación ya está permitiendo reducir más de 1.300 toneladas de emisiones de CO2 al año y garantiza a sus clientes un ahorro mínimo del 10% en comparación con los combustibles tradicionales.

La futura planta de hidrógeno, con una capacidad inicial de 2,5 MW ampliable a 5 MW, permitirá producir hidrógeno verde a través de electrólisis. Además, se recuperará el calor generado en el proceso para integrarlo en la red de geotermia del District Heating de Pozo Fondón, y parte del hidrógeno se podrá incorporar a la red de gas natural existente, aportando una solución al sector de la calefacción.

El proyecto, que tiene una duración estimada de cuatro años y medio, también prevé la implementación de un nuevo modelo de autobús interurbano propulsado por hidrógeno verde, lo que contribuirá a la descarbonización del transporte de pasajeros.

Este proyecto no solo impulsará el uso de nuevas tecnologías, sino que será un ejemplo de cómo grandes iniciativas pueden ayudar a desarrollar modelos de negocio sostenibles en las antiguas regiones mineras.