Jaime Rojo, galardonado con el World Press Photo: «Los problemas ambientales se resuelven en las urnas».
La exposición de las fotografías ganadoras del concurso World Press Photo llega a Barcelona, destacando una vez más al fotógrafo español Jaime Rojo, quien ha sido premiado por su trabajo sobre la migración amenazada de las mariposas monarca. Rojo, que lleva dos décadas documentando esta especie, ha obtenido por segunda vez este prestigioso reconocimiento, ahora en la categoría de Reportaje Gráfico de Norteamérica y Centroamérica, gracias a su serie Saving the Monarchs, creada para National Geographic. Este proyecto ha merecido también otros importantes galardones, como el European Wildlife Photographer of the Year y el premio de la Big Picture Nature Photography Competition.
La exposición, que reúne 129 fotografías ganadoras, abrirá sus puertas en el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB) este viernes 8 de noviembre, y estará disponible hasta el 15 de diciembre, con la colaboración de la Fundación Photographic Social Vision. En la inauguración, Rojo ofrecerá una charla para compartir su experiencia y su pasión por la fotografía de la biodiversidad. Las imágenes de este reportaje muestran a las mariposas en los bosques de oyamel de la Reserva de la Biosfera de la Mariposa Monarca, un ecosistema que provee el microclima ideal para su hibernación en México.
Un ciclo migratorio fascinante
Cada año, las mariposas monarca emprenden un viaje de hasta 4.500 kilómetros desde Canadá y Estados Unidos hacia México, cubriendo alrededor de 100 km diarios. Este viaje abarca varias generaciones de mariposas: las que finalmente regresan al sur son descendientes de las que hibernaron el año anterior, guiadas por un instinto aún inexplicado por la ciencia. «Las monarcas que vuelven a México nunca han estado allí, pero encuentran el santuario de sus antecesoras de manera instintiva. Es un misterio que sigue fascinándonos», cuenta Rojo.
Algunas generaciones viven apenas seis semanas, consumidas por el esfuerzo reproductivo, mientras que otras, destinadas solo a migrar, pueden alcanzar los nueve meses de vida. Sin embargo, desde los años 90, la población de esta especie ha disminuido en un 80%, un descenso atribuido en gran medida a la pérdida de hábitat en su ruta migratoria. Aunque inicialmente se consideró que la principal amenaza era la deforestación en los bosques mexicanos, la creación de una reserva natural no ha detenido el declive de la población. Actualmente, la mayor amenaza es la desaparición del algodoncillo en las praderas de Estados Unidos y Canadá, la única planta donde las monarcas depositan sus huevos. Este hábitat ha sido diezmado por los herbicidas de amplio espectro que eliminan las «malas hierbas» en cultivos de maíz y soja transgénicos.
A esta situación se suma el cambio climático, que altera su ciclo migratorio. «Los inviernos más suaves en Texas hacen que muchas monarcas ya no sientan la necesidad de migrar», explica Rojo. Este año, los datos preliminares apuntan a una temporada especialmente crítica para la especie, cuya supervivencia en general no está amenazada, aunque su ciclo migratorio podría llegar a desaparecer.
Una conexión emocional con la mariposa monarca
Además de su belleza, la monarca despierta una profunda conexión en quienes la han visto a lo largo de sus vidas. «Muchas personas me escriben diciéndome que crecieron viendo estas mariposas en sus jardines, pero que hace años que no las ven», comenta Rojo. Para él, esto subraya la relevancia de la mariposa en la vida y los recuerdos de muchas personas, entre ellas algunas que hoy ocupan cargos de decisión política.
Las fotografías de Rojo capturan no solo la vida de las monarcas, sino también el esfuerzo humano por preservarlas: científicos monitoreando su migración y comunidades locales que las celebran como parte de su identidad cultural. En una de sus imágenes, Sabino Marín Reyes, un hombre mazahua, adorna las tumbas de sus familiares en el Día de los Muertos, una tradición que considera a las mariposas monarca como las almas de los difuntos.
La importancia de la luz en la fotografía
En sus retratos de mariposas y sus protectores, Rojo utiliza tanto la luz natural como flashes, buscando una iluminación uniforme y colorida que realce los detalles de cada escena. Esta técnica, aunque diferente de su estilo habitual, ha sido bien recibida tanto por jueces como por editores.
Un enfoque positivo
Rojo, que cada vez se enfoca más en el «periodismo positivo», destaca las historias de quienes trabajan para salvar a las mariposas monarca. «Creo firmemente que resaltar solo lo negativo no ayuda; las pequeñas acciones individuales no solucionan el problema estructural, pero alivian la psique colectiva». Añade que, aunque los cambios necesarios deben ser impulsados a nivel político, «los problemas medioambientales solo se resuelven votando». Actualmente, Rojo está trabajando en un proyecto en la frontera entre Estados Unidos y México, centrado en los corredores de vida silvestre que facilitan el paso de animales en el desierto de Sonora, enfatizando nuevamente su interés en iniciativas positivas de conservación.
‘National Geographic’, su principal aliado
Rojo se considera afortunado por trabajar con National Geographic, una de las pocas revistas que aún financian proyectos extensos de fotografía de naturaleza. «Es casi imposible vivir de vender fotos a revistas hoy en día», asegura, y agrega que la oportunidad de trabajar en temas de conservación en profundidad es algo que valora enormemente.
Belleza y tragedia en el fotoperiodismo
El fotoperiodismo enfrenta el dilema de mostrar la tragedia con belleza, un debate que en la fotografía de naturaleza también tiene sus matices. «Para que una imagen comunique y sea memorable, debe tener una carga estética que provoque emoción y cuente una historia. Eso es lo que hace poderosa a una fotografía fija frente al vídeo: su capacidad de permanecer en la memoria».