Checo Pérez, lejos de la gloria en el Gran Premio de Las Vegas.
En una jornada marcada por el brillo de Max Verstappen, quien se coronó tetracampeón mundial de Fórmula 1, Sergio «Checo» Pérez vivió otra decepcionante actuación al terminar en la décima posición. En el corazón de Las Vegas, donde la suerte y la fortuna suelen estar a flor de piel, el mexicano no encontró nada de eso. La temporada 2024 sigue siendo una montaña rusa para Pérez, quien ahora enfrenta las últimas dos carreras en Qatar y Abu Dabi con la esperanza de cerrar con un giro positivo.
Una carrera cuesta arriba
Pérez partió desde el puesto 15 en la parrilla, perdiendo terreno inicialmente frente a Fernando Alonso, aunque luego recuperó esa posición gracias a un cambio de neumáticos del español. Durante las primeras vueltas, logró adelantar a Kevin Magnussen de Haas, aprovechando las llantas duras que llevaba en su monoplaza. Hubo un momento en el que llegó a posicionarse segundo, gracias a las detenciones en boxes de los líderes, despertando en sus seguidores una fugaz ilusión de un posible golpe de suerte con un coche de seguridad que nunca llegó.
El piloto mexicano superó a Zhou y a Hulkenberg, pero poco pudo hacer contra los Ferrari, McLaren y el propio Verstappen, quienes mostraron un ritmo muy superior. En la vuelta 15, Verstappen lo sobrepasó, dejando claro el abismo entre ambos pilotos. Después, Hamilton y Norris también lo dejaron atrás, evidenciando las limitaciones del RB20, especialmente frente a los coches de Mercedes y Ferrari.
Tras su primera parada en boxes, Pérez cayó hasta la posición 14 y tuvo un tenso duelo con el neozelandés Liam Lawson, al que logró superar sin incidentes. Sin embargo, una segunda detención lo relegó nuevamente al puesto 15. A pesar de ello, protagonizó una maniobra destacada al adelantar simultáneamente a Lawson y Magnussen en una curva, un movimiento preciso que arrancó aplausos. En las vueltas finales, Pérez luchó para alcanzar el décimo lugar, superando a su excompañero Esteban Ocon y finalmente a Fernando Alonso, logrando entrar en la zona de puntos.
Un consuelo insuficiente
El punto conseguido en Las Vegas sabe a muy poco para un piloto de la talla de Pérez, quien ha saboreado la victoria y ha acumulado 39 podios a lo largo de su carrera. Sin embargo, el ansiado podio número 40 sigue escapándose. Mientras sus seguidores anhelan un golpe de suerte o una serie de circunstancias favorables que cambien su rumbo, la realidad muestra un panorama sombrío: el RB20 ha perdido competitividad frente a sus rivales y, con ello, Pérez ha quedado expuesto a críticas cada vez más feroces.
El monoplaza, diseñado principalmente para optimizar el rendimiento de Verstappen, ha puesto al mexicano en desventaja. Si el neerlandés enfrenta desafíos con el coche, Pérez parece luchar contra un muro, especialmente cuando las actualizaciones priorizan al campeón. Esto ha generado frustración y cuestionamientos sobre su continuidad en el equipo, que aunque tiene contrato hasta 2026, está bajo escrutinio constante por parte de los directivos de Red Bull.
Red Bull, en busca de respuestas
Con el campeonato de pilotos asegurado gracias a Verstappen, Red Bull ahora dirige su atención al campeonato de constructores, donde el tercer lugar no es suficiente para un equipo acostumbrado a la dominación. Los líderes del equipo han sido claros: al finalizar la temporada, evaluarán todas las opciones respecto a la continuidad de Pérez. Aunque los rumores sobre un posible reemplazo han ganado fuerza, la decisión final aún está por tomarse.
Un futuro incierto
Mientras la fiesta y la gloria se quedan en Las Vegas para Verstappen, Pérez enfrenta un momento de incertidumbre y desolación en este cierre de temporada. Aunque el mexicano ha demostrado en el pasado su capacidad para sobreponerse a las adversidades, el 2024 ha sido un año especialmente duro. Las últimas dos carreras serán decisivas no solo para su moral, sino también para su permanencia en Red Bull y su legado en la Fórmula 1.