Ciencia sin límites para enfrentar los retos globales.
El deseo de emprender o construir una carrera que otorgue sentido a la vida es un motor fundamental para las nuevas generaciones. Los jóvenes, conscientes de los vertiginosos cambios del mundo y respaldados por los avances tecnológicos, comprenden la necesidad de convertirse en profesionales flexibles y preparados para resolver los desafíos del presente. Innovaciones como fármacos dirigidos con precisión, terapias avanzadas que no solo alivian los síntomas sino que ayudan al cuerpo a sanar, materiales futuristas hechos con nanomoléculas ultrafinas, gemelos digitales que emulan el comportamiento humano, taxis voladores y robots, son ejemplos de cómo la ciencia inspira soluciones que parecían sacadas de la ciencia ficción.
Sin embargo, en los cines Kinépolis de Madrid no se trata de una película, sino de ciencia real. Durante un evento de orientación titulado «EL PAÍS con tu futuro», 1.000 estudiantes de secundaria y bachillerato escucharon a expertos —científicos, divulgadores e investigadores— compartir sus ideas en ponencias de ocho minutos en la Sala Aena de Ciencia y Tecnología. Entre ellos destacó la intervención de Francis Villatoro, quien habló sobre agujeros negros y conexiones inesperadas como la entre gatos naranjas y personas pelirrojas, generando risas y aplausos en el auditorio.
Espacios de inspiración científica
Esta sala, una de las tres áreas del evento, reunió a figuras destacadas de disciplinas clave para afrontar temas como el cambio climático, la transición energética o la mejora de la calidad de vida. Desde biocombustibles derivados de algas, investigados por Alexandra Dubini, hasta proyectos que exploran cómo los bosques submarinos actúan como sumideros de CO₂, liderados por Aurora M. Ricart, cada presentación reflejó el poder de la ciencia para ofrecer soluciones.
María José Alonso, catedrática de Farmacología en la Universidad de Santiago de Compostela, y Susana Marcos, investigadora del CSIC, subrayaron cómo la inteligencia artificial y la tecnología digital están transformando las reglas del juego. Profesionales de perfiles diversos, como analistas de datos, ingenieros o bioingenieros, son esenciales para este nuevo paradigma. “En nuestro laboratorio, reproducimos entornos patológicos para comprender cómo se comportan las células ante lesiones o enfermedades”, explicó Daniel García González, de la Universidad Carlos III de Madrid.
Pero no todo se limita a la tecnología: filósofos como Lucía Ortiz de Zárate, especialista en ética de la inteligencia artificial, destacan la importancia de abordar los sesgos y los impactos sociales de estos avances. Matemáticos como Ujué Etayo amplían el horizonte al trabajar en teoremas avanzados que, aunque parecen abstractos hoy, serán cruciales para el desarrollo de aplicaciones futuras.
Innovación al servicio de las personas
Emprendedores como Natalia Rodríguez Núñez-Milara, CEO de Saturno Labs, diseñan herramientas para mejorar la vida de las personas, como asistentes virtuales para mayores que viven solos o aplicaciones que facilitan la interacción social. Por su parte, Aena explora proyectos como aerotaxis, formación con realidad virtual o etiquetas electrónicas para el seguimiento de equipajes, con el objetivo de mejorar la experiencia de sus usuarios.
La Formación Profesional también tiene un papel destacado. Marta Casasayas Ribalta, de Amazon, habló sobre el modelo de FP Dual en su programa de aprendices, que combina estudio y práctica profesional. “No hay un único camino hacia el éxito. Las trayectorias ya no son lineales, sino que incluyen desvíos, giros y aprendizajes continuos”, explicó Juan Bru, de Huawei, quien enfatizó la importancia del talento digital y la formación constante.
Carlos Prieto, del Centro de Innovación de Moeve, destacó la necesidad de combinar habilidades técnicas y blandas, como creatividad, resiliencia y trabajo en equipo. “Más allá del conocimiento técnico, necesitamos personas apasionadas que quieran transformar el mundo”, afirmó.
Cerrando brechas y rompiendo mitos
El evento también abordó la desigualdad de género en el ámbito STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas). Marina Boyero, hoy data scientist en CaixaBank Tech, compartió cómo superó los prejuicios que enfrentó en el pasado, como cuando un profesor de dibujo técnico en secundaria le aseguró que “las mujeres no tienen visión espacial”. Gracias a los Premios WONNOW, impulsados por CaixaBank y Microsoft, Boyero recibió mentorías y apoyo para desarrollar su carrera, contribuyendo hoy a proyectos de inteligencia artificial con impacto social.
Ciencia con propósito
La cardióloga Raquel Yotti, comisionada del PERTE para la Salud de Vanguardia, destacó la importancia de la multidisciplinariedad para avanzar en la medicina y en la ciencia en general. Su carrera, que comenzó en el ámbito clínico, dio un giro hacia la investigación genética y la innovación en diagnóstico cardíaco. “La ciencia avanza cuando ampliamos fronteras, colaboramos y adoptamos nuevas perspectivas”, señaló Yotti, quien lideró el mayor estudio poblacional de Covid-19 en el mundo.
Desde avances médicos hasta tecnologías disruptivas, las voces reunidas en este evento subrayaron un mensaje: el futuro exige talento, colaboración y compromiso con la transformación. Como expresó Ángel Rodríguez Rozas, experto en computación cuántica, “os necesitamos para imaginar, construir y cambiar el mundo”.