Cristina Pedroche vuelve al trabajo «con el corazón en un puño» por separarse de su hija, Laia
La presentadora reconoce que es una «afortunada» por tener un puesto que le «apasiona», pero le entristece pasar menos tiempo con su primogénita.
Cristina Pedroche (34 años) regresa al trabajo con su horario habitual este 10 de octubre, tres meses después de nacer su hija Laia, fruto de su relación con Dabiz Muñoz (43). La presentadora ha compartido en sus redes sociales la noticia de su vuelta a Zapeando minutos antes de llegar a las oficinas de La Sexta.
Sin embargo, y pese a afirmar que es una «afortunada» por tener un trabajo que le «apasiona», siente un profundo dolor por separarse de su primogénita. «Me voy con el corazón en un puño«, se lamentaba Pedroche. «Me siento vacía y me duele el pecho. Sé que estará muy bien cuidada y mimada por mi madre, pero eso no quita que me duela mucho», aclaraba.
Este retorno a la normalidad le obliga a separarse durante unas horas de Laia, algo que dificulta todavía más su posparto, el cual, según ha relatado en numerables ocasiones en las redes, ha sido complicado, intenso y delicado. La colaboradora publicaba el texto acompañado de una imagen en un coche, «de camino a Zapeando», con el rostro serio y unas gafas de sol negras.
Desde que dio a luz ha recibido muchas críticas por su forma de educar al bebé y ha sufrido diversas complicaciones relacionadas con la salud mental. La primera imagen en la que se abría en canal era un mes después de que naciera Laia, cuando por fin «veía la luz al final del túnel».
Uno de los problemas era la lactancia. «Qué bonito me sonabas cuando estaba embarazada, qué fácil parecía habiendo leído, estudiado y consultado tantos libros y manuales. Parecía que lo tenía controlado, pero no. Cuando nació, se enganchó perfectamente, pero claro yo no prestaba mucha atención al agarre, sólo me interesaba que mamara y me daba igual cómo, no pensaba que ese dolor que estaba sintiendo podría darme problemas, y enseguida me salieron dos grietas, una en cada teta», confesaba.
Añadía que se enfrentaba a cada toma con «miedo, dolor, lágrimas, dudas de si podría con ello«, y que, entre las «emociones del posparto y los dolores de teta» había necesitado «mucho tiempo para entenderme y tener la certeza de que lo estaba haciendo bien, que iba por el buen camino, que todo lo que sentía era normal».
A esto se sumaron las críticas por su espectacular recuperación física tres semanas después de dar a luz tras compartir una imagen posando en bikini, dejando al descubierto su figura. «Aquí no hay suerte ni milagros, hay mucha preparación antes y durante el embarazo. Vida saludable, deporte, comida sana y meditación«, escribía. Para muchos, fue un mensaje motivador, para otros, fue un post muy polémico que desató la ola de críticas.
Cristina Pedroche estalló y se pronunció al respecto. «No he dicho que ese sea al cuerpo que se le tiene que quedar a nadie después de dar a luz. Es mi cuenta y hablo de mí, sólo de mi caso personal», aclara la madrileña, «agotada» de los comentarios malintencionados. «Tengo que protegerme y cuidar mi salud mental, y no sólo por mí, por mi hija. Necesito estar bien para ella«.Poco a poco, la estrella de las Campanadas de Antena 3 se va acostumbrando a los cambios de humor, a las necesidades y cuidados que requiere un bebé y, ahora, también deberá hacerlo con su profesión.