Alcaraz debuta en los Juegos Olímpicos con un cómodo triunfo sobre el ‘desconocido’ Hady Habib.

El murciano resolvió rápidamente (6-3 y 6-1) su duelo en individual y se centra en el estreno en dobles con Nadal en la jornada vespertina. Primer día de Carlos Alcaraz en territorio desconocido y primer triunfo. El murciano inició con victoria su primera aventura en unos Juegos Olímpicos, donde llega con la etiqueta de favorito para colgarse el oro después de superar cómodamente (6-3 y 6-1) al libanés Hady Habib.

Todo el tenis de los Juegos se disputará sobre la tierra batida que, hace menos de dos meses, le vio conquistar su primer Roland Garros. Ahora regresa a París con un Grand Slam más en su palmarés, el Wimbledon conquistado en Londres, pero con la misma sensación de superioridad que entonces. En la capital gala se presenta como segundo cabeza de serie tras la baja de Jannik Sinner, por lo que no se enfrentaría hasta la final contra Novak Djokovic, primer cabeza de serie de la competición.

En su primera prueba pasó por encima de Hady Habib, actual 275 del ranking ATP. El tenista libanés, con apenas 14 partidos en el circuito ATP en toda su carrera, sucumbió ante el empuje de un Alcaraz iluminado sobre la arcilla. Habib, más allá de un buen saque, no tenía arma alguna para contrarrestar la variedad infinita de golpes del español.

Excepto en el primer juego del partido, en el que Habib tuvo un conato de rebeldía con una bola de break. Solventado el susto inicial, Alcaraz metió la directa y cerró el triunfo en poco más de una hora. De hecho, los espectadores estallaron cuando Habib logró hacerse con su primer juego, cuando cortó la racha de Alcaraz. Fue para ponerse 3-1. La presencia de Habib fue acogida como algo exótico.

Desconocido, pero que se ganó por oficio el cariño y la comprensión de los asistentes, que terminaron por crear en el recinto de la Suzanne Lenglen un ambiente más propio de Copa Davis que de un Grand Slam que se disputa cada año, cerrado en esta oportunidad a causa de la lluvia. Pero ni siquiera eso valió para alargar el partido. Alcaraz se centró en, con lo justo, ganar su saque y cerrar la manga. Después, el libanés pagó el esfuerzo físico y emocional. Y decayó.

Fue más fácil para el español, que aseguró la victoria en una hora y doce minutos, lo que le permite contar con el descanso suficiente para afrontar el duelo de dobles de la jornada vespertina junto a Rafa Nadal.

En dieciseisavos de final del cuadro individual, muy posiblemente sea el lunes, se enfrentará al ganador del duelo entre Norrie y Griekspoor. Eso ya será un partido de mayor exigencia, pero de momento le toca centrar su mirada en los dobles, lo que tanto ilusiona a España.