Felipe Perrone ejecuta un disparo con la selección de waterpolo. 

El equipo español no mostró su mejor versión en su debut, pero logró una victoria antes de enfrentarse a rivales de mayor calibre (9-5).

En el camino hacia las medallas de los Juegos Olímpicos, pocos rivales serán cómodos para la selección masculina de waterpolo, y Australia, su primer oponente, parecía el único obstáculo relativamente fácil. Por ello, el equipo nacional consiguió un triunfo (9-5) de manera tranquila, sin necesidad de alcanzar su mejor nivel.

España no brilló especialmente. Con un juego algo irregular y destellos individuales, logró su primera victoria, iniciando con buen pie la fase de grupos.

Dirigidos por David Martín, los jugadores españoles tuvieron un buen comienzo en la piscina del Centro Acuático de París. El primer gol del partido fue de Alberto Munárriz, quien aprovechó una superioridad en ataque.

Tras el empate de Australia, marcado por Maksimovic, Felipe Perrone y Álvaro Granados realizaron una excelente jugada colectiva que, tras varios pases, culminó en gol.

El primer cuarto terminó con un 2-1 favorable a España, y la ventaja se amplió a 5-3 al descanso. Aunque la diferencia no fue abrumadora, sí suficiente para que los españoles jugaran con tranquilidad y cerraran con confianza su primera victoria.

Con el marcador a favor y una ventaja de cuatro goles en el tercer cuarto, España bajó el ritmo y se dedicó a controlar el partido en los últimos minutos, manteniendo el resultado con comodidad.