Innovar desde el corazón de un volcán: El caso de Garrotxa Tech y Espai Cràter.

Garrotxa Tech y Espai Cràter son dos proyectos emblemáticos que están impulsando la transformación del interior de Cataluña, combinando lo social, medioambiental y tecnológico para transformar un modelo agroindustrial en una sociedad del conocimiento.

En Girona, no solo hay playas, también volcanes. Y además del sector servicios, hay un floreciente sector industrial y digital, representado por iniciativas como Garrotxa Tech. Fundada en 2021 en Olot (Girona), la capital de la comarca de la Garrotxa, esta asociación reúne a ciudadanos, empresas, centros educativos y entidades públicas con el objetivo de facilitar la transición de una sociedad industrial a una basada en el conocimiento y la digitalización.

Garrotxa Tech busca demostrar que es posible lograr un cambio significativo sin renunciar a la vida en zonas rurales. Entre los fundadores de la iniciativa se encuentran Aleix Lagares, Paola Moragas (Ayonow), Xevi Collell (Espai Cràter) y Sandra Grabulosa (Energy Tools), quienes aseguran que no se trata de reinventar la rueda, sino de aprovecharla para avanzar.

Inspirados por el ecosistema digital de Tech Barcelona, los fundadores de Garrotxa Tech decidieron trasladarse al entorno del parque natural que da nombre a la asociación. La pandemia de COVID-19 aceleró el proceso de digitalización y facilitó que pudieran continuar operando desde Olot.

La creación de Garrotxa Tech fue un proceso natural impulsado por la búsqueda de personas con intereses tecnológicos similares. Al descubrir una masa crítica suficiente pero sin una plataforma de conexión, decidieron formar esta asociación.

De lo industrial a lo digital

«Estamos en la única comarca de Girona donde la industria, y no los servicios, es el sector predominante. Sin embargo, a menudo esta industria carece de innovación y está dominada por grandes mataderos que han absorbido los sectores más cualificados», comenta Lagares.

El emprendedor señala que las empresas con mayor potencial en la comarca enfrentan dificultades para retener talento, lo que lleva a trasladar la I+D a Barcelona y dejar solo la producción en la zona.

Garrotxa Tech se propone revertir esta situación, ayudando a las empresas industriales a adaptarse y creando nuevas oportunidades para el emprendimiento. Buscan promover el trabajo en un entorno natural y ofrecer alternativas de empleo tanto en el ámbito presencial como remoto.

La asociación trabaja para transformar la industria, atraer empresas para que establezcan su sede en la zona y retener talento cualificado. Todo ello, con el objetivo de conectar el cambio de modelo social y económico de manera más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Educación y Cuádruple Hélice

La educación es otro aspecto clave para Garrotxa Tech. Lagares destaca que muchos jóvenes de la zona se desplazan a otras ciudades para estudiar, ya que no hay una oferta de formación universitaria local suficiente. Sin embargo, la región cuenta con una oferta sólida de formación profesional en áreas como informática, desarrollo de aplicaciones, electromecánica, moda, comercio internacional y deportes, con tres institutos innovadores vinculados al territorio.

El modelo de innovación abierta de Garrotxa Tech se basa en la participación de cuatro hélices: centros educativos, sector privado, administración pública y ciudadanos. Su enfoque está en la proactividad tecnológica, el crecimiento profesional, el compromiso social y la sostenibilidad ambiental.

Los objetivos de la asociación incluyen organizar la comunidad tecnológica y digital de la comarca, promover nuevas empresas del sector, ayudar a las existentes en su digitalización y capacitar a la ciudadanía en habilidades digitales. Su meta es consolidar Garrotxa como un hub tecnológico y de talento digital en Cataluña.

Espai Cràter: Innovación en erupción

Espai Cràter, liderado por Xevi Collell, es un ejemplo de innovación en el ámbito museístico. Ubicado dentro de un volcán, no es solo un museo, sino un espacio cultural, educativo y de investigación. Collell destaca que el proceso de cocreación del espacio, que involucró a numerosos actores y especialistas, fue fundamental para definir su misión y visión.

Desde su apertura en 2022, Espai Cràter ha sido un referente en innovación tecnológica, con un enfoque en ofrecer exposiciones funcionales y adaptadas a las formas modernas de comunicación. Su éxito se refleja en los 50,000 visitantes anuales, una cifra notable para el interior de Cataluña.

Impacto en la región

La innovación en Espai Cràter va más allá de la exposición. El centro se involucra activamente en la resolución de problemas locales, como la restauración del Parque Natural del Montsacopa y proyectos europeos de mejora urbana. Un estudio de Rusiñol Associats indica que el espacio ha generado un impacto económico de 22,5 millones de euros y ha creado más de 400 empleos indirectos.

Además, Espai Cràter trabaja en la inclusión social, colaborando con el consorcio de Acción Social de la ciudad para integrar a menores no acompañados y explicarles el valor del entorno.

Garrotxa Tech y Espai Cràter son ejemplos inspiradores de cómo la innovación puede revitalizar el interior rural e industrial de Cataluña, combinando lo social, lo medioambiental, el desarrollo económico y la digitalización para, como dice Collell, «contribuir a dejar un mundo mejor».