Los secretos de una experta heladera para identificar si un helado es artesanal o industrial.

Las heladerías son verdaderos paraísos para los amantes de lo dulce, pero ¿sabemos realmente diferenciar si el helado que nos ofrecen es artesanal o industrial como un Maxibón?

El helado, que antes era un postre estacional, se ha convertido en una delicia que disfrutamos todo el año. Sin embargo, el verano sigue siendo la temporada en la que más se consume. Durante estos meses, incluso en negocios que no son heladerías, surgen pequeños puestos temporales de helado.

No obstante, no todos los helados son iguales, y con el auge de su popularidad, han proliferado locales que afirman ofrecer helados «artesanales» o «caseros». Pero, ¿cómo saber si un helado es realmente artesanal? Los expertos de la heladería Vhola, en Ávila, nos dan algunas claves para distinguirlos.

Ingredientes: la base de la calidad

La calidad de un helado comienza con los ingredientes que se utilizan. Los helados verdaderamente artesanales se elaboran con materias primas naturales y frescas, como leche, nata, frutas frescas y azúcares naturales. Estos ingredientes no solo aportan un sabor más auténtico, sino que también mejoran el valor nutricional del helado.

Por otro lado, los helados industriales suelen contener una variedad de aditivos como conservantes, colorantes y saborizantes artificiales, que mejoran la textura y el sabor, además de prolongar la vida útil del producto. También es común que se utilicen grasas vegetales en lugar de nata, lo que impacta tanto en el sabor como en la calidad nutricional.

Textura: la diferencia está en el aire

La textura es otro factor clave para diferenciar un helado artesanal de uno industrial. Los helados artesanales tienen una textura más cremosa y suave, debido a la menor cantidad de aire incorporado durante el proceso de elaboración. Este proceso, más lento y meticuloso, permite que los ingredientes naturales se mezclen de manera uniforme, resultando en un producto de alta calidad.

En cambio, los helados industriales suelen ser más esponjosos y aireados, debido a la gran cantidad de aire añadido durante la producción, un proceso conocido como «overrun». Esto se hace para aumentar el volumen del helado y reducir los costos de producción, aunque a expensas de la calidad.

Color: una pista reveladora

El color de un helado puede ser un indicativo claro de su origen. Los helados artesanales tienden a tener colores más apagados y naturales, derivados de los ingredientes frescos utilizados. Por ejemplo, un helado de fresa artesanal mostrará un tono rosado pálido debido a la presencia de fruta real.

Por otro lado, los helados industriales suelen tener colores más intensos y uniformes, gracias a los colorantes artificiales. Estos colores, aunque más llamativos, no siempre reflejan la calidad de los ingredientes. Un helado de pistacho industrial, por ejemplo, podría tener un verde brillante, mientras que su versión artesanal tendría un tono más suave y natural.

Sabor: la prueba definitiva

El sabor es el aspecto más crucial a la hora de disfrutar un helado. Los helados artesanales se caracterizan por un sabor más auténtico e intenso, gracias al uso de ingredientes frescos y de alta calidad.

En contraste, los helados industriales pueden tener sabores menos pronunciados o incluso artificiales, ya que dependen de saborizantes y extractos para imitar el sabor de los ingredientes naturales. Aunque pueden ser agradables al paladar, suelen carecer de la profundidad y autenticidad de un helado verdaderamente artesanal.

Precio: cuando es justo

Los helados artesanales suelen ser más caros de producir debido al uso de ingredientes de alta calidad y a un proceso de elaboración más lento y cuidado. Este costo adicional se traduce en un producto final superior, tanto en sabor como en textura.

Por otro lado, los helados industriales son más económicos, ya que se fabrican en grandes cantidades y con ingredientes más baratos. Esto permite ofrecer un producto a un precio más accesible, aunque con frecuencia en detrimento de la calidad. El problema surge cuando un helado industrial se vende como artesanal a precios mucho más altos de lo que realmente vale.

Consejos de una experta heladera

En un video de TikTok, Lola Jiménez, maestra heladera y propietaria de la heladería Vhola en Ávila, comparte lo que ella considera las tres señales clave para identificar si un helado supuestamente artesanal es en realidad industrial.

Las montañas de helado

Una de las primeras pistas de que un helado no es artesanal es su presentación en la vitrina. Lola explica que las grandes montañas de helado que a veces vemos en las heladerías son obra de máquinas industriales. Aunque pueden ser atractivas, la realidad es que los helados artesanales tienen una apariencia más sencilla y plana, lo que refleja un proceso de elaboración más tradicional.

Colores llamativos

Otra pista importante es el color del helado. Aunque algunas frutas pueden tener colores intensos de manera natural, los helados artesanales generalmente tienen tonos más pálidos y suaves debido al uso de ingredientes frescos y naturales, sin aditivos ni colorantes artificiales. Los colores demasiado brillantes suelen indicar la presencia de colorantes industriales.

Perfección en las formas

La forma y consistencia del helado también pueden revelar su origen. Según Lola, los helados industriales suelen tener formas regulares, mientras que los artesanales, al ser elaborados a mano, presentan pequeñas irregularidades e imperfecciones, un signo de autenticidad.

En resumen, aunque distinguir entre un helado artesanal y uno industrial puede parecer complicado, prestar atención a detalles como la presentación, el color y la forma puede ayudarnos a tomar una decisión más informada. Los helados artesanales, con sus ingredientes naturales, colores suaves y formas imperfectas, ofrecen una experiencia de sabor y calidad que va más allá de la apariencia.